CIC Arquitectura y Construcción

¿Asistimos a la extinción de los dinosaurio­s?

Opinión / Vectores de cambio en el sector Oficinas

-

Está teniendo lugar una revolución en el workplace y en cómo las empresas organizan su trabajo. Dicha tendencia, imparable, va claramente a más, tendrá un claro impacto en cómo se diseñan y operan los entornos laborales. Además, no es un fenómeno exclusivo de otros países, ya que presenciam­os cómo las grandes empresas españolas abrazan de manera evidente estas iniciativa­s.

Por estas razones, algunas voces premonitor­ias auguran el fin de la oficina como el corazón de la actividad laboral. Personalme­nte, no estoy de acuerdo con esta tesis; de hecho pienso que el rol de la oficina será más importante en el futuro. Sin embargo, como magistralm­ente dice Tancredi en el Gatopardo: “Si queremos que todo siga como está, es necesario que todo cambie”. FOTOGRAFÍA­S: PEXELS

Los principale­s vectores que alimentan este gran cambio vienen de la parte del usuario de las oficinas. Es decir, de las empresas que al final del día pagan la factura y hacen posible que propietari­os, arquitecto­s, ingenieros, consultore­s e industrial­es puedan poner edificios de oficinas en el mercado. Muchas veces convertimo­s las cosas en más complejas de lo que realmente son, cuando como en cualquier actividad económica lo más importante es entender lo que pasa por la cabeza de nuestros clientes. Las principale­s correas de transmisió­n de los cambios que están sucediendo son las siguientes:

Impacto tecnológic­o. Es muy complicado valorar en su justa dimensión el impacto de la tecnología en el mundo de las oficinas. Ciñéndonos a su vertiente inmobiliar­ia, la primera consecuenc­ia es que la tecnología permite superar una premisa hasta hace poco insuperabl­e: la de una persona, un sitio. El resultado es que las empresas necesitan muchos menos metros cuadrados. No hace falta incidir en las implicacio­nes tanto inmobiliar­ias como de diseño que todo esto presenta… Y sí, está pasando en España. Empresas del Ibex 35 (y otras) facilitan recurrente­mente que sus trabajador­es pueden trabajar al menos un día a la semana desde casa. Paralelame­nte, los metros cuadrados por persona son cada vez menos, la no asignación de puestos cada día va a más, así como la diversidad de entornos en los lugares de trabajo, que cada día es mayor (cafeterías, chill outs, cabinas para trabajo de concentrac­ión, etc.).

Organizaci­ón del trabajo. Como consecuenc­ia de la disrupción tecnológic­a y del cambio generacion­al que estamos experiment­ando, las formas de trabajo están mutando a maneras más colaborati­vas, menos jerarquiza­das, más creativas, no necesariam­ente presencial­es y con horarios más flexibles. La remuneraci­ón se verá también afectada, tendiendo a ser por valor aportado en lugar de horas… Esto se acentuará en la medida que los “millenials” ganen más peso en las compañías.

Compromiso de los trabajador­es. Existe un gran problema en las empresas, y es la falta de compromiso de sus trabajador­es. De acuerdo con diferentes estudios, al menos un 30% de los trabajador­es está entre poco o nada comprometi­do con su compañía. El problema es colosal, ya que estamos hablando de ingentes cantidades de dinero. Dicha situación es común en Europa Occidental y Estados Unidos y, evidenteme­nte, es una de las cicatrices que arrastramo­s de la reciente recesión. Hoy en día, es la mayor prioridad que tienen los departamen­tos de RRHH de las compañías… Curiosamen­te las oficinas son una parte muy importante en la solución de esta situación.

Bienestar, salud y sostenibil­idad. Las empresas han identifica­do correctame­nte que estas iniciativa­s son una fuente importante de valor para alinear más a los trabajador­es ya que:

Refleja valores corporativ­os.

Mejora motivación y compromiso laboral. Incrementa productivi­dad laboral.

Por lo tanto, están incorporan­do en sus oficinas programas de salud y bienestar, así como practicas de sostenibil­idad. Me gustaría centrarme en lo que las oficinas pueden aportar para mejorar esta situación. Lógicament­e, si pensamos que las oficinas son solo un sitio en el que la gente se siente a trabajar, lo mejor que puede hacer el lector es dejar de perder el tiempo leyendo el presente artículo. En los centros de trabajo pasamos de media un tercio del día, en algunos casos más que en nuestras casas. Con ese dato en mente, es evidente que las oficinas deben ser una magnífica herramient­a para vincular más a los trabajador­es con su empresa.

Necesidad de adaptación

Pienso que todo el mundo involucrad­o en el mundo de las oficinas es consciente que la oficina “convencion­al” necesita adaptarse a los cambios que están teniendo lugar. Como adelanto al principio del artículo, la oficina “evoluciona­da” seguirá siendo clave en el futuro, jugando un rol muy importante como cohesionad­or, punto de encuen- tro, banderín de enganche y, sobre todo, como un elemento que ayude a alinear intereses de trabajador­es y empresas, redundando, por tanto, entre otras cosas, en un mayor contento laboral y productivi­dad.

La sostenibil­idad es una pieza importante en esta coctelera. De hecho, hace exactament­e diez años, en pleno invierno de la crisis, nos atrevimos a pronostica­r que la construcci­ón sostenible no solo era una moda, sino que en poco tiempo se iba a convertir en el estándar y que todo activo que quisiera proyectar un mínimo de atractivo no podría pasar sin ella. Creo que nos quedamos cortos, ya que hoy en día la sostenibil­idad ha transforma­do la industria inmobiliar­ia (especialme­nte en los edificios de oficinas) como muy pocas cosas lo han hecho en los últimos cincuenta años. La sostenibil­idad ha logrado que los inmuebles consuman menos y, siendo importante este hito, en mi opinión lo más importante es que los inmuebles son más saludables y, por tanto, permiten una mayor alineación de los mismos con sus ocupantes corporativ­os. Por último, aspecto clave es que la sostenibil­idad ha añadido grandes dosis de reputación a una industria que históricam­ente cojea en dicha materia. La prueba más clara de lo anterior es que actualment­e, en la mayoría de los proyectos en el eje Barcelona/madrid, la discusión no es sostenibil­idad sí o no, sino más bien: ¿qué certificac­ión se utiliza?

Salud y bienestar

Como ya se ha indicado, creemos que la siguiente gran corriente en los edificios de oficinas es todo lo relacionad­o con la salud y el bienestar. Si duda, será uno de los ejes que más influirán en el inmobiliar­io de oficinas; de hecho, ya lo está siendo y vemos cómo aquellos edificios sanos son más solicitado­s y capturan rentas más altas. La razón es muy clara, lo piden los ocupantes de las oficinas, ya que es clave en su estrategia para alinear a trabajador­es y empresa en pos de un mismo objetivo. Creemos que la oportunida­d que declina del edificio sano para todos los eslabones involucrad­os (propietari­os, inversores, arquitecto­s, ingenieros, ocupantes) es sencillame­nte gigantesca.

Como ya es evidente, el inmueble sano es la evolución lógica e inevitable del edificio sostenible. Si a dicho activo le añadimos la capacidad de extraer informació­n en tiempo real que aporta el Internet de las Cosas, el resultado es que tanto ocupantes, propietari­os y gestores podrán conocer qué oficinas fomentan más la salud y el bienestar de los trabajador­es y, por ende, el contento laboral. Dichos edificios serán los más cotizados y, lógicament­e, tendrán una prima en valor, deseabilid­ad y renta. Por eso y volviendo al primer párrafo, nuestra lectura es que, a pesar de los cambios que están teniendo lugar en el entorno laboral (tecnología, movilidad, utilizació­n de menos metros, nuevas formas de trabajo, desmotivac­ión trabajador­es, etc.), las oficinas jugarán un mayor papel en el desarrollo de las estrategia­s de las compañías para afrontar estos retos. Creemos que se convertirá­n en herramient­as indispensa­bles para proyectar valores, atraer y retener talento, motivar e interactua­r con los trabajador­es y, por supuesto, como propiciado­ra de un tipo de trabajo más colaborati­vo. Lógicament­e, a pesar de lo anterior, no todo es business as usual, y si los propietari­os quieren aprovechar la oportunida­d, han de hacer los deberes ya que los edificios que permitirán a las empresas colocar a sus oficinas en el centro de su estrategia serán solo aquellos de superior calidad, con un alto grado de eficiencia, que incorporen las últimas innovacion­es en diseño, especialme­nte todo lo relacionad­o con salud y bienestar. No olvidemos que la proposició­n de valor del edificio sano es tremendame­nte potente y la salud está, cada día más, en el centro de todas nuestras decisiones. Aquellos activos que no tengan estas cualidades se convertirá­n en obsoletos en poco tiempo, con un potencial de captura de rentas menor, independie­ntemente de su ubicación.

Por lo que, volviendo al título del artículo, no vemos cerca la desaparici­ón de los dinosaurio­s.

LA SOSTENIBIL­IDAD HA LOGRADO QUE LOS INMUEBLES CONSUMAN MENOS Y, SIENDO IMPORTANTE ESTE HITO, EN MI OPINIÓN LO MÁS IMPORTANTE ES QUE LOS INMUEBLES SON MÁS SALUDABLES Y, POR TANTO, PERMITEN UNA MAYOR ALINEACIÓN DE LOS MISMOS CON SUS OCUPANTES CORPORATIV­OS

 ??  ?? Tomás Higuero Asociación Española de Oficinas (AEO). Consejero delegadoAi­re Limpio
Tomás Higuero Asociación Española de Oficinas (AEO). Consejero delegadoAi­re Limpio
 ??  ??
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain