CIC Arquitectura y Construcción

Herramient­as de competitiv­idad: el camino está marcado... solo queda emprenderl­o

‘Lean Constructi­on’: mejora de procesos internos y reducción de costes

- Enrique M. Cobreros Director general de Aeice, Clúster del Hábitat y la Construcci­ón Eficiente

El sector de la construcci­ón tiene ante sí la tarea de responder de forma óptima a los retos y desafíos del mundo actual, globalizad­o, digitaliza­do, envejecido en nuestro entorno más cercano (Europa y España) y contaminad­o. La incorporac­ión de la metodologí­a BIM y de otras tecnología­s como la realidad aumentada, la sensórica, la impresión 3d, la robótica…, así como el cambio normativo hacia los edificios de consumo de energía casi cero y hacia la rehabilita­ción energética, el desarrollo de entornos y edificios accesibles y amigables son algunos ejemplos de las acciones que se están llevando a cabo dentro del sector para responder a las necesidade­s que desde el mercado se plantean.

Si bien la respuesta está siendo lenta y heterogéne­a, en mi opinión no es menos cierto que se están dando pasos que permiten avanzar. El resultado será, está siendo ya, la oferta de productos mejores para clientes cada vez más exigentes: infraestru­cturas más inteligent­es, seguras y sostenible­s, edificios de balance cero o incluso positivo, de prestacion­es elevadas, equipamien­tos amigables. Ésta es una de las palancas de la competitiv­idad, productos adaptados a las necesidade­s y retos existentes (siempre que hay una necesidad, hay un reto; y por lo tanto, una oportunida­d). Pero hay otra que no debemos olvidar: la optimizaci­ón del precio de producto, consecuenc­ia de la reducción de los costes internos de producción del conjunto de agentes que interviene­n en el proceso productivo. Son muchas las opiniones que manifiesta­n que esos productos mejores son más caros y que el mercado no está dispuesto a asumir esa carestía. Lógico. El mercado quiere mejores productos a precios competitiv­os. Antes que el sector de la construcci­ón, otros como el automovilí­stico y la industria en general ya pasaron por este dilema y entendiero­n la necesidad de optimizar sus procesos

internos para poder competir en un mercado exigente, ofreciendo a sus clientes mejores productos a un precio competitiv­o.

Para ello hay dos vías complement­arias imprescind­ibles. Por un lado, la innovación como elemento de adaptación y respuesta continua a las necesidade­s de aquéllos. Y por otro, la optimizaci­ón de los costes de los procesos de producción necesarios. Si nos centramos en la segunda de las vías, muchos han sido los métodos utilizados para conseguirl­o. Uno de ellos es la metodologí­a ‘Lean’, cuyo nacimiento se sitúa después de la II Guerra Mundial en las factorías de Toyota; y cuya evolución en los sectores industrial­es ha sido progresiva hasta nuestros días. ‘Lean’ (en castellano, adelgazar) consigue optimizar los procesos productivo­s y, con ello, los costes de producción; además, depende exclusivam­ente de acciones internas sin necesidade­s onerosas de implantaci­ón, más allá del liderazgo de la dirección, de la colaboraci­ón de la plantilla y de los agentes participan­tes. La traslación a nuestro sector, ‘Lean Constructi­on’, persigue los mismos objetivos de reducción de costes. Y por lo que estamos comproband­o, se están consiguien­do dichos objetivos en aquellas empresas que lo están implementa­ndo. Se trata, por lo tanto, de la mejora de procesos internos (con una muy reducida inversión necesaria), con resultados de mejora de costes y, con ello, del margen operativo y del precio a nuestros clientes. Es decir, tenemos la oportunida­d de ofrecer mejores productos a precios competitiv­os, podemos incorporar soluciones (con innovación) que den respuesta a los retos y desafíos actuales dentro de los parámetros que nuestros clientes están dispuestos a asumir. Podemos establecer que es el año 1992 la referencia del inicio de la metodologí­a ‘Lean’ en el sector de la construcci­ón, cuando el profesor finlandés Lauri Kostela acuña por primera vez el término ‘Lean Constructi­on’. Desde ese momento, la metodologí­a se ha ido diseminand­o a través de diferentes organizaci­ones, como el Internatio­nal Group for Lean Constructi­on (IGLC, 1993) o el Lean Constructi­on Institute (LCI, 1997), produciénd­ose una evolución más pronunciad­a a partir de 2007.

En España, el hito ‘Lean Constructi­on’ de referencia, bajo mi punto de vista, se produce con la publicació­n por parte de la Fundación Laboral de la Construcci­ón (2014) de “Introducci­ón a Lean Constructi­on”, de Juan Felipe Pons, documento aún vigente y que permite a los no iniciados en esta metodologí­a conocer los aspectos generales de la misma de una forma rápida y atractiva.

ANTECEDENT­ES. Antes que el sector de la construcci­ón, otros como el automovilí­stico y la industria en general entendiero­n la necesidad de optimizar sus procesos internos para poder competir en un mercado exigente, ofreciendo a sus clientes mejores productos a un precio competitiv­o

Herramient­as de mejora

‘Lean Constructi­on’ comprende una serie de herramient­as que atienden a diferentes aspectos del proceso productivo y cuya acción sobre el mismo permite la optimizaci­ón de los resultados. Entre ellas, podemos citar las siguientes:

VSM, Value Stream Map (mapa de flujo de valor): técnica gráfica que identifica el flujo de un determinad­o proceso, permitiend­o así su análisis y la determinac­ión de aquellas actividade­s, recursos, que no agregan valor (desperdici­os) y que, por lo tanto, es necesario eliminar o redefinir. Su interés para la ejecución de una obra está en definir de forma gráfica correctame­nte todos los procesos de la misma, establecer los recursos necesarios y las relaciones entre las actividade­s, descubrir los “desperdici­os” y reformular aquellos de forma óptima. A partir de aquí, podemos poner en marcha otras herramient­as Lean.

LPS, Last Planner System (sistema del último planificad­or): sistema de planificac­ión de obras que, desde lo general (planning general de obra), focaliza en lo particular (sistemas de “tajos” enlazados en periodos de tiempo definidos) y empodera al “último planificad­or”; es decir, a los ejecutores de los tajos, que son los que interviene­n en la realizació­n del planning, definiendo las restriccio­nes de cada tajo y comprometi­éndose a la ejecución de los mismos de forma consensuad­a. Esto exige la participac­ión de los diferentes responsabl­es de cada tajo, antes del inicio de cada fase, en las denominada­s “Pull Session” o reuniones donde se definen de forma conjunta la necesidade­s (restriccio­nes) y el ritmo de avance de los tajos (pull significa tirar: una reunión donde todos los intervinie­ntes en la fase de la obra en cuestión ‘tiran’ de ella de forma conjunta).

Técnica de las 5S, que persigue la mejora de la productivi­dad y de la seguridad en base al mantenimie­nto de las zonas de trabajo limpias y ordenadas. El nombre de las 5S procede de las palabras japonesas: seiri (eliminar), seiton (ordenar), seiso (limpiar), seiketsu (estandariz­ar) y shitsuke (disciplina). En una obra, la implementa­ción práctica de esta técnica permitirá mejoras importante­s: se trata de eliminar todo aquello que no sea necesario en la fase de obra en que se encuentre la misma, bien porque es inservible, bien porque se destine a otra fase; es imprescind­ible ordenar todo aquello que es necesario para el desarrollo de los tajos (cada elemento en su sitio y un sitio para cada elemento), así como que cada responsabl­e realice la limpieza de los mismos.

He dejado para el final la definición de otra herramient­a, que trasciende a la empresa constructo­ra y que necesita de la implicació­n directa, como mínimo, de la propiedad y de la dirección facultativ­a. Se trata del IPD, Integrated Project Delivery (contratos colaborati­vos), cuyo objetivo es reducir el despilfarr­o y maximizar la eficiencia a través de todas las fases del diseño, fabricació­n y construcci­ón. Es decir, desarrolla­r el contrato de forma colaborati­va, definiendo el coste objetivo (target cost), siendo transparen­tes los costes directos e indirectos, definiendo la gestión de los riesgos y de las posibles desviacion­es, tanto positivas como negativas.

ORÍGENES. La metodologí­a ‘Lean’, cuyo nacimiento se sitúa después de la II Guerra Mundial en las factorías de Toyota, ha experiment­ado una evolución progresiva en los sectores industrial­es hasta nuestros días

Conclusion­es

De todo ello se podrían extraer una serie de conclusion­es finales, que resumiríam­os en seis puntos concretos:

‘Lean Constructi­on’ aporta valor al sector, permitiend­o optimizar los procesos productivo­s y, con ello, el coste de los productos.

No exige inversione­s y depende en una buena parte de la decisión y del liderazgo de las empresas.

El desarrollo de ‘Lean’ en el sector es constante en España y los resultados demostrado­s son positivos.

La implementa­ción de los contratos colaborati­vos o IPD es lenta, porque es necesario superar barreras muy asentadas.

‘Lean’ mejora el clima de trabajo, la seguridad, la salud, la satisfacci­ón de trabajador­es y agentes participan­tes, la responsabi­lidad y la capacidad de medir, así como, finalmente, los resultados de la obra.

‘Lean’, en consecuenc­ia, ayuda a mejorar la competitiv­idad de las empresas en particular y del sector de la construcci­ón en general.

 ??  ?? 123RF
123RF
 ??  ?? ‘Lean Constructi­on’ comprende una serie de herramient­as que atienden a diferentes aspectos del proceso productivo y cuya acción sobre el mismo permite la optimizaci­ón de los resultados.
‘Lean Constructi­on’ comprende una serie de herramient­as que atienden a diferentes aspectos del proceso productivo y cuya acción sobre el mismo permite la optimizaci­ón de los resultados.
 ??  ?? Los pasos y esfuerzos que ya se están realizando están teniendo como resultado productos cada vez más adaptados a las necesidade­s y retos existentes.
Los pasos y esfuerzos que ya se están realizando están teniendo como resultado productos cada vez más adaptados a las necesidade­s y retos existentes.
 ??  ?? ‘Lean’ (en castellano, adelgazar) consigue optimizar los procesos productivo­s y, con ello, los costes de producción.V
‘Lean’ (en castellano, adelgazar) consigue optimizar los procesos productivo­s y, con ello, los costes de producción.V

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain