Clúster de Hábitat y Construcción Eficiente (Aeice)

Bajo el lema ‘La construcción que conecta, un sector que respeta’, Aeice, el Clúster de Hábitat y Construcción Eficiente, viene desarrollando diferentes acciones e iniciativas que persiguen la mejora de la competitividad de las empresas del sector y sus agentes. Y en ese lema se encuentran resumidos una buena parte de los retos que tiene por delante el sector de la construcción en los próximos años.

Desde el punto de vista social, dos son los retos sociales fundamentales, en mi opinión, a los que el sector debe responder: la descarbonización y el envejecimiento. La imprescindible descarbonización, comprometida por los estados avanzados, implica para nuestro sector la adopción de modelos construidos energéticamente sostenibles (edificios de consumo casi nulo -ECCN-, rehabilitación energética, distritos de energía positiva -PED-) y de procesos productivos eficientes (economía circular: ecodiseño, materiales reciclados, reducción del ciclo de vida, industrialización).

Por otra parte, el envejecimiento de la población exige entornos (edificios, ciudades, infraestructuras) inclusivos en todos los sentidos, construidos para el uso y disfrute de todos, susceptibles de asumir los nuevos servicios que las tecnologías van a permitir.

Retos empresariales

Desde la parte empresarial, tres son los retos que se afrontan: la digitalización, la eficiencia de los procesos, la capacitación y la atomización. El sector de la construcción está a la cola de la implementación de lo que se ha denominado Industria 4.0. El modelo digital, cuya principal herramienta es BIM, es la base para el avance del sector (mejora de la competitividad, más valor a menor coste) mediante la aplicación de las diferentes tecnologías digitales: realidad aumentada, virtual, mixta, robótica, IOT, impresión 3D, Big Data, etc., que nos deben permitir acompasar el paso con el resto de sectores.

Este proceso de digitalización, por otra parte, debe ir acompañada de una mejora en la eficiencia de los procesos productivos que permitan optimizar el coste de los mismos. En mi opinión, la industrialización es un camino imprescindible, unido al uso de metodologías como Lean Construction, que apoyen la mejora de aquéllos.

Acometer los diferentes retos mencionados necesita de una fuerza de trabajo capacitada; sin embargo, la crisis vivida en los años anteriores ha tenido como consecuencia la actual carencia de mano de obra cualificada y el escaso éxito de la formación ofrecida. Para todo ello, una de las barreras más importantes del sector es su atomización. El tamaño sí importa y es necesario para afrontar los retos definidos.

Situación del sector

¿Pero está el sector español de la construcción preparado para dar respuesta a estos retos? Mi opinión es positiva. El sector de la construcción ha demostrado su capacidad para afrontar retos importantes a lo largo de su historia y será capaz de hacerlo una vez más. Aunque, para ello, deben ponerse en marcha, y de forma inmediata, mecanismos internos y externos muy concretos, entre los que enumeraré los seis más importantes, desde mi punto de vista.

Recuperar niveles de inversión pública adecuados a un estado moderno y avanzado.

Realizar un esfuerzo de comunicación social que permita mejorar el atractivo del sector a todos los niveles.

Fomentar la innovación como herramienta imprescindible para la diferenciación y la competitividad.

Desarrollar un intenso y dirigido programa de capacitación, centrado en los retos del sector.

Impulsar la igualdad de género en todas las áreas, especialmente las directivas, de las empresas del sector.

Establecer programas de forma conjunta que faciliten y promuevan el fortalecimiento de las empresas en base a su aumento de tamaño y su profesionalización.

El sector tiene la capacidad de responder a los retos actuales pero, para ello, es imprescindible actuar: por una parte, exigiendo el paso acompasado de la Administración Pública; y por otra, sobre todo, poniendo en marcha a nivel interno las medidas necesarias que hagan de aquel un sector moderno, competitivo, eficiente y sostenible.

Liderazgo, dinamismo, profesionalización, acompañamiento e innovación son, en mi opinión, términos clave de esta respuesta.