CIC Arquitectura y Construcción
Colegio de Aparejadores de Madrid
La construcción y el panorama inmobiliario en general se enfrentan a un momento clave. Después de una difícil travesía durante la última década, los primeros síntomas de recuperación posibilitan el optimismo frente a una posible nueva andadura en la que los múltiples procesos regulatorios puestos en marcha por el Gobierno y las nuevas tecnologías dibujan cambios de calado en el sector.
Analizando el eje de las nuevas herramientas y procesos, el sector tiene que avanzar hacia entornos colaborativos que ayuden a reflexionar sobre una nueva arquitectura en la que el consumo casi nulo impulsará, en breve, un salto cualitativo en el sector que ya no tendrá vuelta atrás. Hablando de previsiones, la innovación en el sector se alimentará de nuevos conceptos como el de energía cautiva o energía autoproducida para consumo propio. Cualquier aportación al sector, como pueda ser la industrialización del mismo, ha de ser necesariamente analizada desde puntos de vista como la sostenibilidad y eficiencia energética.
Es también interesante destacar que el estudio energético y de impacto en huella de carbono de los edificios no se puede hacer enfocado exclusivamente a la fase de uso, sino atendiendo a todo su ciclo de vida. En este aspecto, las obras de construcción deberán proyectarse y construirse de forma que no supongan una amenaza para la higiene o para la salud de los ocupantes y vecinos, ni tengan un impacto excesivamente elevado durante todo su ciclo de vida: construcción, uso y demolición. Asimismo, parece evidente que la digitalización
es el nuevo exponente, la nueva revolución de la industria. La utilización de estándares internacionales abiertos de datos, como los denominados IFC (Industry Fundation Class), será la llave del intercambio de éstos, y resultarán imprescindibles para que proyectistas, ingenierías, proveedores, constructores, responsables de ejecución, de mantenimiento, etc., aúnen soluciones sostenibles.
Parque edificatorio, en el punto de mira
Para el Colegio de Aparejadores de Madrid, el parque edificatorio existente también está en el punto de mira de la situación actual, para dar respuesta al equilibrio que precisa el sector y la sociedad al completo. Así, según diversas fuentes, la nueva propuesta que se analiza en la UE es poder crear un producto hipotecario de eficiencia energética que permita ofrecer a los compradores de vivienda de toda la UE mejores tasas de interés o capital adicional, a cambio de comprar casas más eficientes energéticamente o comprometerse a mejorarlas mediante su rehabilitación energética.
Tras la cumbre de París se puso el punto de mira en el nuevo objetivo mínimo a alcanzar, 40/27/27, y parece que los indicadores actuales, emisiones y los cambios en el clima certifican la necesidad de nuevas formas de construcción más respetuosas con el medio ambiente.
La innovación en la construcción es un reto, bien porque se consiga consumir menos recursos, bien porque se generen menos emisiones, residuos o vertidos, pero también por incorporar equipos y sistemas más eficientes. Asimismo, permite la utilización de mejores técnicas constructivas capaces de conseguir construcciones más económicas o de realizar proyectos que no eran técnica o económicamente viables hasta ahora.
Ahora, como técnicos nos toca discernir lo correcto entre todo el mar de datos al que nos enfrentamos. Hoy en día, redes sociales, diversas teorías complejas, la normativa téc
nica diversa y difusa, etc. se adelantan a los tiempos de la toma de decisiones participadas por todos los agentes atendiendo a la información virtualizada. Casi no hay tiempo para analizar la información ni para observar lo tangible. Sin embargo, el uso adecuado y necesario de las nuevas herramientas no debe hacernos olvidar nuestra esencia, sino que deberían servirnos para enriquecerla. Todas estas ideas no pueden estar al margen de compromisos como el consumo casi nulo o el cambio de modelo constructivo hacia una mejora del campo edificatorio existente, un equilibrio necesario.
En esta línea, las directrices de la ruta europea hacia 2030 orientan el sector hacia materiales y componentes multifuncionales con menor necesidad de materias primas y, por tanto, menor dependencia de recursos naturales. Siempre optimizando, en la medida de lo posible, la eficiencia en todas las fases del ciclo de vida de un edificio, minimizando residuos y recursos empleados, entre otras medidas de mejora. Los compromisos adquiridos en Ámsterdam, Quito y París esbozan una hoja de ruta que precisa una importante intervención en nuestro parque de edificios. Una estrategia de renovación con indicadores de progreso mensurados y con hitos en 2030, 2040, 2050.
Requisitos básicos innegociables
No nos podemos olvidar de la seguridad, y es que garantizar el bienestar de la sociedad y la protección del medio ambiente son requisitos básicos innegociables en una sociedad en la que, desde hace ya algunos años, el deber de conservación exige adecuar un parque edificatorio que se erigió en condiciones y circunstancias muy diferentes a las actuales.
Para ello, pieza fundamental es una auditoría que permita evaluar el nivel real de su estado en base a los mencionados requisitos básicos. Y básico es también, a su vez, establecer un contenido más o menos homogéneo y consensuado por todas las administraciones implicadas, como pueden ser los Informes de Evaluación de Edificios (IEE).
Eficiencia energética, conservación y accesibilidad, tres puntos iniciales de chequeo que poco a poco parece se puedan ir complementando con otros requisitos como protección frente al ruido, o quizás seguridad de incendios y/o riesgos relacionados con actividades sísmicas intensas, como orienta de algún modo y en primera instancia la nueva Directiva (UE) 2018/844. Una auditoría seria, rigurosa, que no debe ser rebajada por ningún agente con intereses propios para sus fines.
La innovación en la construcción es un reto, bien porque se consiga consumir menos recursos, bien porque se generen menos emisiones, residuos o vertidos, pero también por incorporar equipos y sistemas más eficientes. Asimismo, permite la utilización de mejores técnicas constructivas capaces de conseguir construcciones más económicas o de realizar proyectos que no eran técnica o económicamente viables hasta ahora”