CIC Arquitectura y Construcción
Colegio de Arquitectos de Cataluña (Coac)
Conocimiento, especialización y adaptación a los cambios. Así es como podríamos definir el perfil que los profesionales del sector de la construcción desarrollan ante desafíos de carácter social, ambiental, económico y tecnológico que debemos afrontar. La diversidad profesional, la tecnologización y la coyuntura económica de los últimos años han propiciado que la profesión del arquitecto, como la del resto de profesiones técnicas, no haya dejado de adaptarse para dar respuesta a las necesidades presentes y futuras, multiplicando sus atribuciones y diluyendo cada vez más sus límites. Esta transformación ha puesto a prueba la capacidad de los arquitectos para anticiparse a las tendencias de futuro, hecho que ha motivado la alta especialización de los profesionales en aquellos campos llamados a marcar las opciones profesionales del futuro, como es la rehabilitación.
En este caso, la especialización de los arquitectos va aparejada a la reivindicación del sector por situar la rehabilitación y la renovación urbana como estrategias de futuro prioritarias, que permitan transitar hacia un modelo de ciudad más sostenible, empático con el tejido social, respetuoso con el patrimonio y que posicione a las personas en el centro de las intervenciones. No obstante, los datos de edificación que el Colegio de Arquitectos de Cataluña elabora periódicamente reflejan la falta de adhesión a su impulso. Sin el apoyo y compromiso de todas las administraciones, cada
vez será más difícil reducir las diferencias entre aquello que los ciudadanos anhelan de sus ciudades y aquello que realmente les proporcionan.
Conciencia internacional indiscutible
A nivel internacional, la conciencia de estos retos es indiscutible. Los Acuerdos de París, la Declaración de Davos, que promueve un Baukultur europeo de calidad, la Agenda 2030 o la Agenda Urbana Onu-hábitat III son algunos de los ejemplos globales que ubican el futuro de la civilización, pero también la salvación del planeta, en el interior de las ciudades, donde ya se concentra el 55% de la población mundial. En este sentido, la Unión Europea inicia la cuenta atrás para la culminación definitiva de la Directiva 2010/31, relativa a la eficiencia energética de los edificios y la consolidación de los Nearly Zero Energy Building (NZEB), que tendrá lugar a finales del próximo año.
En esta línea, no podemos perder de vista uno de los ámbitos que cambiará nuestra, tal y como lo hizo Internet, manera de desarrollarnos como sociedad: la industria 4.0. Su introducción y consolidación masiva será determinante en la optimización, eficiencia y eficacia de los recursos. La inteligencia artificial, el Big Data o la fabricación aditiva permitirán, a través de la suma de inteligencias (artificial, natural y colectiva), mejorar exponencialmente el ejercicio profesional de los arquitectos. Ningún sector productivo es ajeno a esta revolución, y cuanto antes incorporemos su lógica en nuestras operaciones, antes podremos incrementar nuestro valor añadido a la sociedad.
Por todos estos motivos, colectivamente y de manera transversal, debemos situar los retos del futuro en la agenda del presente, para poder continuar ofreciendo una respuesta basada en la innovación, la creatividad y el conocimiento en un contexto cada vez más líquido. Ésta será la única manera que los arquitectos y el resto de profesionales del sector tendremos para seguir siendo útiles a la sociedad.