CIC Arquitectura y Construcción
Fundación Laboral de la Construcción
Desde hace tiempo venimos hablando de los cambios que está viviendo el sector de la construcción. Su transformación es evidente y hay hechos palpables que corroboran su impulso innovador y sus esfuerzos por estar a la vanguardia de las nuevas tecnologías y mejorar los procesos de producción con eficiencia. Recientemente, hemos conocido la puesta en marcha del primer bloque de viviendas 100% industrializado, que en tan solo siete meses dará por finalizada la obra, modificando por completo el modelo de construcción tradicional.
La progresiva implantación de la metodología BIM (Building Information Modeling) en el sector es otra muestra indiscutible de su transformación encaminada a la digitalización. Esta metodología de trabajo, que permite la gestión integral de los proyectos de construcción, en todas sus fases y durante el ciclo de vida completo del edificio, por medio de modelos virtuales y de forma colaborativa entre los diferentes agentes intervinientes, está llamada a ser el impulso definitivo para su evolución.
Los procesos de construcción industrializada, la metodología BIM, el uso de la Realidad Aumentada o de la impresión 3D muestran un nuevo sector que busca la eficiencia en los procesos de elaboración y ejecución de proyectos, aumentando la productividad y reduciendo los costes.
Sin embargo, en la ecuación de esta nueva construcción está pendiente una parte fundamental de la que depende su verdadera consecución: los profesionales a pie de obra. El cambio del sector no podrá ser una realidad sin una mano de obra cualificada con nuevas capacidades. Para ello, como reclaman desde hace meses los agentes sociales, se hace fundamental atraer a los jóvenes a un sector que adolece de falta de mano de obra cualificada a pie de obra y que padece un envejecimiento pronunciado.
Oportunidad laboral única
Los jóvenes tienen una oportunidad laboral única en un sector que no deja de dar señales de una progresiva recuperación. El empleo en la construcción registró en marzo su mejor cifra desde hace seis años, con cerca de 857.000 afiliados a la Seguridad Social en el Régimen General. Del mismo modo, puede presumir de cerrar 2018 con la mayor parte de sus indicadores en positivo. Según el ‘Informe sobre el sector de la construcción 2018’, publicado por el Observatorio Industrial de la Construcción, la variación anual de la afiliación en el sector mostró un aumento del 6,7%. De este documento también se extraen cifras positivas en cuanto a número de visados de obra, que aumentaron un 18,1% respecto a 2017, según las estadísticas de Fomento, o sobre licitación pública, que registró un incremento anual del 31,8%, según Seopan.
Ante estos datos alentadores, la Fundación Laboral de la Construcción hace un llamamiento a los jóvenes para que formen parte de un sector que les necesita y les brinda una oportunidad en un momento único de transformación.
Además, en esta nueva etapa no nos podemos olvidar de las mujeres, que hoy solo representan el 9% de las personas que trabajan en la construcción. La entidad paritaria impulsa la “feminización” del sector a través del proyecto europeo “Women Can Build, Re-concepción de la Formación Profesional hacia una industria de la construcción en igualdad”, que tiene como objetivo poner en marcha diversas medidas de formación y sensibilización para conseguir una industria de la construcción más igualitaria: impulsando espacios educativos inclusivos, superando estereotipos de género y promoviendo la contratación de mujeres en el sector.
Sin ellas, sin los jóvenes y sin una apuesta firme y contundente por la formación profesional para el empleo y la adecuación de una oferta formativa a la realidad del mercado de trabajo, no será posible, de ninguna manera, la verdadera transformación del sector de la que todos hablan y hablamos.