CIC Arquitectura y Construcción
Residencia de Ancianos Passivhaus en Camarzana de Tera (Zamora) Una pionera máquina energética concebida para proporcionar bienestar
La Residencia de Ancianos de Camarzana de Tera (Zamora) es el primer edificio hospitalario-geriátrico certificado Passivhaus (Passivhaus Clasic) y uno de los primeros quince del mundo en conseguirlo. Diseñada por el estudio de Javier de Antón Freile, CSO Arquitectura, la edificación se concibe como una máquina energética, un edificio pasivo donde el consumo es cero y que produce más energía de la que consume, derivando la energía sobrante al edificio antiguo que compone el conjunto.
El proyecto responde a la necesidad de ampliar una residencia de ancianos realizada por CSO Arquitectura en 2005, ubicada en Camarzana de Tera, un pequeño pueblo de menos de 1.000 habitantes en Zamora. El nuevo edificio ha conseguido ser el primero hospitalario-geriátrico certificado Passivhaus de España, y uno de los primeros quince del mundo, además de resultar nominado como finalista en los premios FAD de Arquitectura e Interiorismo 2020, concedidos por la Asociación Arquinfad del Fomento de las Artes y del Diseño (FAD).
El diálogo entre el entorno de la intervención con la residencia existente fue la primera premisa que se debía cumplir en el proyecto y el elemento generador de la mayoría de las directrices que lo configuran. Así, como explican desde CSO Arquitectura, “el edificio funciona a modo de zócalo de la residencia antigua,
semienterrado, con una serie de patios asociados a los usos del edificio. Estos patios se abren y dialogan con la residencia inicial, de tal forma que el edificio desaparece fundiéndose con el jardín”.
Edificio inicial
En primer lugar se tuvo en cuenta el suelo existente, un solar largo y estrecho, contenido entre dos vías de desigual importancia, encajonado entre otros de similares características; en segundo lugar, la fragmentación del paisaje circundante, en bandas paralelas de cultivos de distintas longitudes, anchuras, espesores y texturas; y en tercer lugar, el programa: una residencia de ancianos, con un carácter especial debido a su localización, ya que los futuros residentes están habituados a un contacto muy directo con un entorno rural.
Todos estos factores dieron pie a la concepción global de la actuación, que es una reconfiguración del suelo existente, “por tanto debería hablarse en términos de nuevo suelo y no de edificio”, según el estudio madrileño. De manera que, mediante la manipulación de la superficie existente, de forma premeditada, se dota al suelo de un nuevo significado acorde a las necesidades demandadas. “Es, por tanto, la actuación un suelo vivo que responde de manera activa a los distintos parámetros que se le aplican”, añaden. En primer lugar aparece la necesidad de la tercera dimensión, que se introduce mediante el corte longitudinal de la superficie en bandas longitudinales y su posterior estiramiento en sentido vertical. El nuevo suelo parece esconder, bajo dos largas bandas, las dos grandes necesidades del programa: la zona de estancia privada o zona de noche y la zona de estancia común o zona de día.
En el inicio y en el final de las bandas, así como en las zonas donde hay cambios de cota, la superficie se vuelve diagonal, marcando de forma suave los cambios de cota mencionados porque la nueva redefinición del suelo se entiende de forma topológica, evitando los obstáculos o las interrupciones: “El nuevo suelo surge y se funde en sí mismo; y las diferencias de movimiento entre bandas se asemejan a las diferencias que aparecen cuando plegamos los dedos de nuestras manos”, apuntan desde CSO Arquitectura. Para terminar de definir la nueva superficie, desde el estudio subrayan que hay que hablar de textura: “La textura aplicada aparece de la voluntad de convertir el nuevo suelo en una especie de nuevo campo de cultivo, con su propia vegetación incorporada. Este aspecto se pudo desarrollar gracias al sistema ecológico TF de Intemper. Dicha vegetación (plantas tapizantes de la zona) se distribuye por la superficie en una trama de píxeles, que recuerdan ligeramente las fotos aéreas de la zona, divididas en pequeños fragmentos de vida vegetal de diversos colores”.
Uno de los temas fundamentales fue desde el principio conseguir la máxima superficie de suelo vegetal. Esto se consiguió mediante la operación de estirado del suelo, aumentando así la superficie vegetal existente, que solo ocupaba anteriormente la proyección horizontal. Y mediante la densidad de pixelación vegetal, que ha buscado al máximo optimizar la aparición de vegetación entre recorridos y zonas de estancia.
Los espacios que surgen de las operaciones en el suelo se protegen del exterior, y a su vez lo acogen, mediante un cerramiento de carácter vertical, que explicita la tensión generada por el estiramiento de la superficie. A su vez, se le dota de un carácter estriado similar a los cortes del terreno que aparecen en el paisaje al otro lado de la carretera. Dicha similitud se acentúa con el tipo de acabado que se le ha dado a estos paramentos, un tratamiento de óxidos diluidos que reaccionan con el enfoscado de base, tintándolo en los colores y tonos terrosos de la zona.
Como se puede apreciar, el nuevo suelo es en sí mismo un elemento ecológico, que se aprovecha de todas las ventajas del sistema utilizado, tales como el excelente comportamiento térmico de las cubiertas vegetales: “La superficie aparece jalonada por una arboleda de elementos metálicos, destinados a albergar paneles solares, que recuerdan a los trozos de papel de aluminio que los paisanos colocan en sus cultivos para ahuyentar a los pájaros. De noche dicha arboleda se transforma en un enigmático campo de luces y reflejos metálicos que sorprenden al observador”, explican desde el estudio de arquitectura.
El programa se distribuye en tres bandas programáticas atadas por un pasillo longitudinal, todas ellas orientadas a sur. La primera banda es la que acoge funciones de día y tiene adosado un invernadero en la cristalera norte, que sirve, por un lado, para mejorar las condiciones térmicas, y por otro, como zona de cultivo de hortalizas para los residentes. Las dos bandas restantes están compuestas por dormitorios, orientados a sur igualmente, disponiendo de una terraza propia con salida al patio común.
Cabe destacar que el edificio se construyó mediante un sistema de entramado ligero de abeto prefabricado KVH C24, elaborado inicialmente en un taller de Barcelona para ser trasladado posteriormente en camiones a Zamora y montarse en obra durante una semana, consiguiendo ahorrar costes y tiempo, así como mejorar el comportamiento térmico y disminuir la huella ecológica.
Consumo cero
El edificio se ha constituido como una máquina energética, un edificio pasivo donde el consumo es cero y que produce más energía de la que consume, derivando la energía sobrante al edificio antiguo. La residencia dispone de un equipo de aerotermia (para climatización y ACS) de 23 kw de capacidad para calefacción y 20 kw para refrigeración y un COP de 3,65 (con temperatura de impulsión del agua de 30-35ºc (suelo radiante) y una temperatura exterior entre 4 y 6 ºc, se obtiene un COP entre 3,60 y 4,40 de ratio; siendo el COP obtenido por la instalación de este proyecto de 3,65).
El equipo de aerotermia está previsto para la climatización de todas las estancias de la residencia gracias al suelo radiante-refrescante. Se obtiene un ahorro energético energético considerable en el suelo radiante respecto a caldera de gas o gasóleo (entorno al 50-58%), teniendo unas bajas emisiones de CO2. Por otra parte, el edificio cuenta con tres unidades de ventilación mecánica con recuperación de calor con una eficiencia del 90%. Gracias a la hermeticidad al aire del propio edificio, se consigue un aire limpio para los residentes, gracias a los filtros de los recuperadores de calor, y una eficiencia del 90% en la renovación del aire.
Junto a estos sistemas, se han situado cuatro placas solares térmicas con una superficie total de captación de 10 m2, aportando un 26% del total para ACS. Además, se han situado 66 placas solares fotovoltaicas, con un autoconsumo previsto de 17,820 kwp.
Estrategias pasivas
El edificio cuenta con diferentes estrategias pasivas, con las que se consigue una demanda energética muy baja:
• El edificio cumple con los estándares de hermeticidad del estándar Passivhaus, con un resultado en el ensayo de presión n50 de 0,6 1/h. Para conseguirlo se ha dispuesto de una barrera estanca continua a través de toda la envolvente para evitar infiltraciones de aire.
• Sobreaislamiento tanto en cubierta, fachada como solera. Ucubierta=0,125 W/M2K; Ufachada=0,195 W/M2K; Usolera=0,18 W/M2K
• Cubierta ajardinada extensiva en todo el edificio con plantas crasas.
• Carpinterías con doble cámara y vidrio triple en todo el edificio, orientando todos los huecos a sur a excepción de una cristalera a norte, atemperada por un invernadero (U=0,90 W/M2K).
• Invernadero en la zona del salón-comedor, donde se permite la ventilación cruzada en verano, y la captación de calor en invierno.
• Control solar mediante porches, que evitan la entrada de sol en verano y lo permiten en invierno.
• Reutilización de agua de lluvia, mediante la captación del agua de lluvia de la cubierta, para su posterior almacenaje y utilización como agua de riego.
El edificio ha sido elegido para albergar el piloto del Proyecto I+D+I Sisgener (coordinado por Ideas Tx Ingenieria S.L., Ciemat, Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas, Centro Tecnológico Cartif, New-ener Nueva Energía S.L., Biomasa y Madera de Zamora y financiado por el Ministerio de Ciencia e Innovación y Universidades), consistente en un gestor de sistema de gestión energética de bajo coste que establece de forma optimizada la gestión de la generación (sistemas convencionales y renovables) y los consumos (calefacción/refrigeración, iluminación, energía solar, etc.), implantando nuevas técnicas predictivas sobre modelos dinámicos simplificados y facilitando las tareas de mantenimiento preventivo. Gracias a todos estos sistemas, y calculado por el certificador Passivhaus, se dejan de emitir 8.652 kg de CO2 al año.