CIC Arquitectura y Construcción
Tendencia positiva y previsiones halagüeñas
Actualidad y perspectivas del sector de la climatización
El tímido crecimiento de la obra nueva, la espera de un verano caluroso y el repunte de la rehabilitación están siendo los principales motores del sector. Mientras que un año más el mercado sigue arrojando cifras que invitan al optimismo, los profesionales no cesan en la búsqueda de soluciones cada vez más eficientes adaptándose a los cambios normativos y a las exigencias del cliente. Y es que, como ellos mismos nos cuentan, la climatización ya no es un producto de lujo, sino un bien de primera necesidad.
Mientras que hace aproximadamente un año la Asociación de Empresas del Sector de las Instalaciones y la Energía (Agremia) afirmaba en esta revista que 2016 había sido “un buen año”, hoy califica 2017 como un año “excelente” en lo que a instalaciones domésticas se refiere. Siguiendo la tendencia creciente de los últimos tres años, solo en el primer semestre de 2017 se incrementaron un 13% las ventas de equipos domésticos, lo que supuso unos ingresos de 233 millones de euros para el sector. “Segmentando el sector de la climatización en tres líneas de negocio (doméstico/pequeñas potencias, comercial, industrial), podemos afirmar que, en relación a las instalaciones domésticas, el año 2017 ha sido un año excelente, en línea con la tendencia de los últimos años, donde un verano caluroso ha ayudado una vez más a la venta e instalación de equipos de climatización”, explica Inmaculada Peiró, directora general de Agremia, quien añade que la venta de equipamiento en el segmento comercial e industrial “si bien de manera moderada, sigue aumentando en estos últimos años”.
Estas cifras, según nos explica Blanca Gómez García-verdugo, directora de la Confederación Nacional de Instaladores y Mantenedores (CNI), son una muestra más de que la mentalidad de los consumidores está cambiando y de que ya se percibe la climatización no como un gasto sino como una inversión. “Después de un año 2016 de crecimiento, con un 7,44% en el sector de climatización según datos de
los fabricantes, en 2017 las cifras han superado a las de 2016 llegando a más del 13% de incremento en los meses de junio a agosto. Esto es debido sin duda a las altas temperaturas y demuestra que el aire acondicionado ha dejado de ser un producto de lujo y se ha convertido en algo de primera necesidad”, asegura Blanca Gómez.
Desde un punto de vista global, Pilar Budí, directora general de la Asociación de Fabricantes de Equipos de Climatización (Afec) nos confirma la tendencia positiva del año 2017 “con una facturación de alrededor de 1.189 millones de euros, lo que supone un crecimiento global del mercado del 11,75% respecto al año anterior”. Por subsectores (Máquinas, Regulación y Control, Tratamiento y Distribución de Aire y Ventiladores), “los valores correspondientes a Máquinas y a Ventiladores han sido los que han experimentado las subidas más importantes, con incrementos del 14,36% y 14,34%, respectivamente”.
A pesar de las buenas cifras que arroja el sector, desde Agremia lamentan que “los márgenes comerciales siguen sin recuperarse, lo que coloca a las empresas instaladoras en una situación de debilidad desde el punto de vista financiero”.
Desarrollo y eficiencia
Preguntados por las principales líneas de desarrollo, no cabe duda: los profesionales están volcados en la creación de productos y sistemas que cumplan con las expectativas de confort de los consumidores, y que lo hagan de la forma más eficiente y menos contaminante posible para cumplir también con la normativa. “Un año más, la aerotermia, la geotermia y la bomba de calor están siendo las apuestas más importantes como alternativa a la calefacción tradicional, y es en nueva construcción donde está teniendo un mayor impulso el uso de estas tecnologías como sistema de climatización”, explican desde Agremia, quienes añaden que, además, “como medio de suministrar electricidad a las instalaciones de aerotermia/ geotermia, está creciendo exponencialmente el diseño y montaje de instalaciones eléctricas fotovoltaicas”.
Pero el uso de energías renovables en los equipos e instalaciones no es la única línea de desarrollo en la que se está trabajando, sino que un complemento fundamental a esto es el desarrollo de sistemas que permitan el control de las instalaciones. De hecho, según Inmaculada Peiró, “el control y regulación de cualquier tipo de instalación se convierte en una necesidad que ofrece la industria y demandan los usuarios cada vez en mayor medida. ¡La digitalización ha llegado al sector y es imparable!”. Así lo confirman desde Afec, cuya directora explica que se está trabajando en “la automatización de los propios equipos y los controles de los edificios que pueden dar mejor servicio a sus ocupantes, proporcionándoles confort, a la vez que contribuyen a un uso racional de la energía, lo que redunda en un ahorro en la factura eléctrica”.
Por último, y pensando en el corto-medio plazo, Blanca Gómez pronostica que el impulso de la rehabilitación en los próximos años abrirá una nueva línea de desarrollo en el ámbito de la ventilación. “Con las mejoras en aislamiento de edificios, que es el primer paso de una rehabilitación, adquirirá más importancia la ventilación, que hasta ahora estaba bastante olvidada y la clave en las instalaciones de climatización será el ahorro y la eficiencia energética para contribuir a la mejora de la calificación energética de los edificios”, matiza.
Obra nueva y rehabilitación
Mientras que el pasado año podíamos nombrar la falta de obra nueva entre los problemas del sector de la climatización y la refrigeración, los profesionales del mismo ya no lo contemplan como un obstáculo,
NO CABE DUDA. Los profesionales están volcados en la creación de productos y sistemas que cumplan con las expectativas de confort de los consumidores, y que lo hagan de la forma más eficiente y menos contaminante posible para cumplir también con la normativa
puesto que la obra nueva está creciendo aunque lejos de los niveles anteriores a la crisis. Según datos del Observatorio de Vivienda y Suelo del Ministerio de Fomento del último trimestre de 2017, las viviendas terminadas en septiembre alcanzaron las 40.280 frente a las 40.119 del 2016. “Si bien la obra nueva ha crecido en 2017 un 26% con 68.000 nuevas viviendas construidas según datos de Cepco, nunca llegará a las cifras de años anteriores”, explica la directora de CNI. Aunque las cifras hablan de cantidad, no podemos decir que lo hagan de calidad, algo que denuncian desde Agremia: “La calidad de las instalaciones y los materiales utilizados siguen estando en tela de juicio, ya que la mayoría de la nueva edificación estaría lejos de unos estándares de calidad ideales. No hablemos de objetivos más ambiciosos con los estándares Passivhaus o los llamados edificios de consumo de energía casi nula”, matiza Peiró.
En lo que se refiere a la rehabilitación sigue siendo la principal aliada del sector y una actividad fundamental para sus profesionales. El último informe de Cepco -elaborado a partir de datos oficiales del Ministerio de Fomento- desvela que hasta septiembre de 2017 se otorgaron cerca de 20.000 visados para rehabilitación de viviendas y casi 25.000 para la de edificios. “La rehabilitación ha sido y sigue siendo un punto muy importante para el sector. Hay muchas instalaciones antiguas totalmente ineficientes y las políticas de descarbonización de la Unión Europea recogen en algunos de sus textos legislativos la conveniencia de sustituir viejos sistemas de calefacción por otras tecnologías más eficientes y que utilicen energía procedente de fuentes renovables, como es el caso de la bomba de calor, que cada vez va tomando un mayor protagonismo”, explica Pilar Budí.
Desde Agremia también confirman este extremo pero echan en falta un mayor impulso por parte de la Administración. “Seguimos creyendo que debe jugar un papel dinamizador en este segmento. Hablar de reforma y rehabilitación es hablar de eficiencia energética y de seguridad”, asegura Inmaculada Peiró. Tanto es así que Blanca Gómez, de CNI, lamenta lo bien que desarrollamos la teoría y lo mal que la aplicamos en la práctica. Pone como ejemplo “la estrategia española, que fue valorada hace tres años por la UE como una de las ‘mejores por su evaluación técnica del parque existente y de las oportunidades de ahorro energético’, y ha pasado del notable al suspenso por la falta de planes concretos para poner en marcha este Plan de Rehabilitación”.
La normativa, un reto
Superados los obstáculos del pasado año, como la falta de obra nueva o la inestabilidad económica, el reto que parece mantenerse para los profesionales del sector es la lentitud de la Administración a la hora de transponer y publicar normas y la burocracia que rodea, por ejemplo, a las actuaciones de rehabilita-
IMPORTANTE OBSTÁCULO. Superados los obstáculos del pasado año, como la falta de obra nueva o la inestabilidad económica, el reto que parece mantenerse para los profesionales del sector es la lentitud de la Administración a la hora de transponer y publicar
ción, que acaban afectando a la toma de decisiones al respecto por parte de los consumidores. “Los obstáculos ahora son la lentitud de la Administración en publicar las normas e impulsar la rehabilitación de las viviendas construidas. Tenemos un parque de viviendas antiguo que necesita urgentemente ser rehabilitado. La Administración debe impulsar esta rehabilitación masiva con una campaña informativa dirigida al ciudadano y explicando por qué debe rehabilitar su vivienda y las ventajas que se derivarán de ello”, propone Blanca Gómez de CNI.
En la misma línea se pronuncian desde Agremia, quienes aseguran que “algunas de las medidas puestas en marcha desde las diferentes Administraciones (local, autonómica o estatal) para impulsar este tipo de actuaciones de rehabilitación y reforma, están rodeadas de una burocracia que genera en muchos casos incertidumbre, desconfianza y recelo en el usuario medio, restando así eficacia de las referidas medidas”. Además, desde esta misma asociación ya no se habla tanto de lentitud de la Administración, sino de destiempo, lo que obliga a los profesionales a tener que adaptarse a los cambios normativos de forma rápida y menos eficaz. “Este año se espera, entre otros, la publicación del nuevo Rite o la esperada transposición de la Directiva de Eficiencia Energética (en la parte de individualización de consumos). Desde Agremia creemos necesario que la normativa se actualice según la técnica va avanzando, siempre bajo criterios de seguridad, sostenibilidad y eficiencia, si bien demandamos que la Administración establezca unos criterios de aplicación que permitan a quienes debemos aplicar dichas normas hacerlo de manera eficaz, no traumática y con seguridad jurídica”, matiza Inmaculada Peiró. Pilar Budí, por su parte, valora que se están llevando a cabo cambios legislativos, aunque “no se están implementando tan rápidamente como el sector desearía, como es el caso de la modificación del Documento Básico HE del Código Técnico de la Edificación y la del Reglamento de Seguridad de Instalaciones Frigoríficas”. Además de los retos anteriormente mencionados, Blanca Gómez, directora de CNI, denuncia lo que consideran otro obstáculo para el sector como es “la economía sumergida y la morosidad, que lastran a las pymes al convertirlas en financiadoras de las grandes empresas constructoras”. Por eso, desde CNI piden que la Administración “actúe con rapidez y apruebe ya un régimen sancionador para las empresas morosas y ponga las medidas necesarias para evitar la economía sumergida, que está en torno a más del 80% del mercado”.
Evolución positiva
Como hemos dicho, las altas temperaturas, el impulso de la rehabilitación y la recuperación de la obra nueva son los fenómenos a los que apuntan los profesionales como los motores del sector a corto y medio plazo, al que auguran unas buenas perspectivas. “Las perspectivas son moderadamente optimistas. La nueva construcción ha retomado una senda alcista, si bien con niveles mucho más moderados que antes de la crisis; la rehabilitación (…) será un nuevo vector de crecimiento y, finalmente, los efectos del cambio climático, que provocan temperaturas cada vez más extremas, con veranos largos y calurosos, están provocando un incremento de la demanda a nivel doméstico”, explica Peiró, quien añade que estos factores unidos a la lenta mejora de la situación económica hacen pensar que el sector tendrá “una evolución positiva tanto a corto como medio plazo; si bien este crecimiento será moderado y estará condicionado por las lógicas incertidumbres que pueden afectar a cada ciclo económico”.
Por su parte, según Afec, “el sector tiene unas perspectivas muy halagüeñas” y añade a los anteriores otro fenómeno dinamizador del sector: el hecho de que “el usuario final tiene cada vez más claro que el confort pasa por una buena climatización”. Apuntando más al dato, Blanca Gómez nos explica que desde CNI estiman “un crecimiento estable del 8% anual los próximos cuatro años. Probablemente a partir del tercer año en que la rehabilitación adquiera impulso, este crecimiento se dividirá por sectores dentro de la climatización y refrigeración. Así, por ejemplo, la ventilación crecerá más, mientras que la calefacción y el aire acondicionado crecerán bastante menos”.