45 años después
El británico del Sky ganó la cronoescalada al col d’eze y conquistó su primera París-niza. Lieuwe Westra, segundo, sorprendió en Mende y peleó hasta el final. Alejandro Valverde (Movistar) completó el pódium y ya lidera el Ranking UCI.
Tom Simpson hacía historia en 1967 al ser el primer ciclista británico en ganar una París-niza. Bradley Wiggins ha repetido la hazaña 45 años después. Ya tiene su Carrera del sol, conquistada luciendo el amarillo desde el segundo día de carrera hasta el final. Larsson le había impedido aumentar a once las ocasiones en que el ganador final lo fue desde la jornada inicial. El espigado sueco del Vacansoleil le cedió la prenda víctima de los abanicos de la segunda jornada y Wiggins ya no lo soltó. Aguantó sin problemas en Mende, el día donde corría más peligro su liderato, y puso el colofón ganando la cronoescalada al col d’eze. Se recuperaba para las bodas de platino este mítico escenario, desechado desde 1995, hace 17 años, cuando Tony Rominger ganó en su cima y Jalabert se anotó la general. A diferencia de aquella ocasión, Wiggins tuvo doble premio. El triunfo en la cronoescalada le otorgó también el absoluto en la global.
ABANICOS PARA EMPEZAR
La primera piedra la puso en los 9,4 kilómetros cronometrados de la jornada inaugural, donde terminó a un segundo del vencedor, Larsson, y por delante de todos los aspirantes a ganar la prueba. Leipheimer, tercero a cuatro segundos del sueco, se perfilaba como el enemigo directo. Valverde marcaba un registro intermedio muy bueno, pero la segunda parte se le atragantó y cedió medio minuto. La ofensiva por recuperar puestos y tiempo no la dejaron para finales más complicados y en la segunda ya hubo un vuelco importante. Marchaba en fuga Olivier Kaisen con minuto y medio y quedaban casi cien kilómetros cuando se formó un abanico de 21 corredores. Delante estaban Wiggins, con Thomas de escudero; Leipheimer, con Boonen, Chavanel y Maes; Van Garderen con Phinney; y Valverde con Rojas. También otros que acabarían en el top ten final como Spilak, Jeannesson, Monfort, Kiserlovski y el inagotable Ángel Vicioso. Al líder le pilló el toro, lo mismo que a Taaramae, Porte, Coppel y al ganador de 2011, Tony Martin. Omega Pharma tiraba con ganas y los demás ponían su granito de arena. A 77 kilómetros del final había 50 segundos entre los dos grupos y atrás no lograban cerrar un hueco que en la meta fue de dos minutos y medio. Boonen le ganó el esprint a Rojas y a Degenkolb y Wiggins se vestía de amarillo. La tercera jornada finalizaba en el Lago de Vassivière, el mismo escenario que en 1995 vio a Miguel Indurain ganar la cronometrada de 46,5 km, última victoria del navarro en el Tour de Francia, a un día de coronarse pentavencedor en París. Catalogado como cota de tercera categoría, el final ascendente le vino de perlas a Alejandro Valverde para sumar su tercer parcial en lo que llevamos de temporada y arañar puestos y tiempo en la general gracias a los 10 segundos de bonificación. Fue un calco de la llegada en Willunga del Tour Down Under, con Simon Gerrans a punto de amargarle la fiesta, pero al aussie le faltaron unos metros para remontar. También picaba para arriba el final del recorrido rompepiernas de la cuarta, 400 metros al 8% donde de nuevo el murciano tenía opciones. Sin embargo, un inoportuno resfriado le tendría febril en las siguientes jornadas y sin poder Repetimos. Valverde bate a Gerrans en el apretado esprint de Lac de Vassivière, un calco del que sostuvieron en Willunga. Un día para olvidar.
dar el 100%. Además, 24 horas después esperaba una de las citas clave, la reina con final en Mende. Fue Meersman (Lotto) quien ejerció de Valverde en Rodez, después de que el pelotón anulara una fuga en la que se había incrustado un quinteto con Fedrigo, Peraud, De Clerq, Howard y Luis Ángel Maté. El andaluz del Cofidis aprovechó para vestir el jersey de lunares rojos que le arrebataría Veuchelen un día después.
PORTE Y WESTRA SE SALEN
La cima Jalabert era la prueba del algodón para el líder y Wiggins salió de allí con media París-niza en el bolsillo. A los terroríficos tres kilómetros finales al 10,1% de la Croix Neuve llegaron agrupados los favoritos. Allí sucumbió también Veuchelen, fugado en compañía de Clarke, Le Lay y Arashiro, que había insistido en la penúltima ascensión. Y ahí se lució Richie Porte, marcando un ritmo que no sólo impidió que atacaran al líder sino que redujo el grupo de aspirantes a una docena. Van Garderen fue la última víctima de importancia del ritmo del Sky antes de que el ex compañero de Contador se apartara a poco menos de un kilómetro. Fue entonces cuando aprovechó Westra para marcharse y ganar con seis segundos sobre Valverde, Wiggins, Leipheimer y Spilak, los únicos que aguantaron en su persecución. En la general, Westra se colaba en la segunda plaza a 6 segundos de Wiggins, Leipheimer bajaba a la tercera a 10 y Valverde subía hasta la cuarta a 18. La antepenúltima etapa la aprovechó Luis León Sánchez para mostrar una vez más su infalible olfato ganador. Incrustados en una fuga de siete en la que también viajaba Dani Navarro, sólo él y Voigt, otro killer nato, lograron sobrevivir hasta Sisteron y jugarse el triunfo en un esprint a cara de perro. El del Rabobank se anotaba su quinto éxito en la París-niza.