Ligereza a tu alcance
Nos ha llamado la atención el buen escalado de la gama Émonda. Trek se ha planteado con este modelo contar con la bici más ligera de cada segmento. Normalmente los gramos de menos se suelen traducir en euros de más, sin embargo, no es el caso, habiendo hecho Trek auténtico encaje de bolillos. Lejos del elitismo de esta SLR 10 que hemos probado, la SLR 8, en Dura-Ace mecánico, baja hasta 6.799 €, una bici que seguro se mantiene en cifras de peso ilegales y si no, siempre podemos recurrir al sistema de personalización Project One, donde aparte de elegir la pintura que más nos guste podemos hacer un montaje a medida, partiendo del cuadro inferior S, que comienza en 2.899 €. Continuando hacia la gama de acceso vemos que desde 1.499 € podemos tener una auténtica escaladora. GEOMETRÍA Radical. Es el adjetivo que mejor cuadra con las medidas de la Émonda. Si bien es cierto que Trek dispone de la opción H2 con la pipa de dirección más alta para hacerla más accesible, el ángulo de dirección supercerrado, unido al corto avance de la horquilla, la vuelven sumamente sensible en el tren delantero. Para no hacerla inconducible las vainas crecen hasta los 410 mm que aportan un punto de aplomo que la vuelve muy intuitiva de llevar a pesar de todo su nervio y corta distancia entre ejes. De hecho, con estas cotas Trek recupera las medidas de la anterior versión de la afamada Madone. El puesto de conducción es corto para lo habitual en bicis deportivas, acentuado por la potencia de 100 mm de serie. El objetivo es conseguir una bici compacta que acentúe la vena escaladora, lo que queda patente en la agilidad que muestra.
Talla 56
560 mm