Aitor Garmendia

La carrera ciclista de Aitor, guipuzcoano de Itsasondo nacido en 1968, coincide en el tiempo con los 14 años que Banesto patrocinó al equipo de Echávarri y Unzué. Aitor debutó en 1990, con Reynolds dando paso a la entidad bancaria. Después de seis campañas con los navarros estuvo dos (96 y 97) en el GD ONCE, antes de regresar a Banesto otras tres temporadas y cerrar su larga trayectoria en el Coast, donde pasó los tres últimos años (2001-2003). "Una etapa muy bonita que recuerdo con satisfacción. Siempre quise ser ciclista y pude llegar a profesional, además siempre reconocido, en buenos equipos, disfrutando del mejor calendario y al lado de la gente importante del momento: Delgado, Indurain, Jalabert, Zulle, Olano, Ullrich... Un afortunado, en pocas palabras". Como ciclista se define como "un todoterreno que además de trabajar para los líderes tenía mis momentos buenos y sabía aprovecharlos. Gané cronos, etapas y carreras de una semana". Aunque todas son importantes, de sus 21 victorias destaca "la primera, en Llodio. Es un recuerdo especial y me dio una confianza enorme ver que era capaz de ganar ya en mi primer año". Cerró con 35 años su trayectoria, aunque pudo haber seguido alguno más. "De hecho, en 2003 tuve mejores sensaciones que nunca. Hice el Tour a un nivel muy bueno ayudando a Jan Ullrich y acabé en el grupo cabecero en todas las etapas de montaña. Me ofrecieron renovar en Bianchi, pero Ullrich fichó por Telekom y en el último momento el equipo optó por no seguir. Y decidí que había llegado la hora de dejarlo". En febrero de 2004 ya estaba trabajando. "Y ahí sigo doce años después. Estoy de ganadero junto a los primos de mi mujer, tenemos una granja de vacas de leche. Siempre me gustaron el campo y la naturaleza. Me da libertad y además muchos momentos buenos; estoy muy contento". Vive en Irañeta (Navarra), en el Valle de Araquil, con su mujer Silvia y sus dos hijos: Iker de 9 años y Urko de 6. "A ellos les tira más el fútbol, no me vieron correr y yo no les digo nada. Casi se acaban de enterar de que fui ciclista, cuando les llevé al homenaje de Lejarreta. ¿Bici? Suelo montar un poco en verano, que frío ya pasé bastante. Casi siempre voy con ella desde casa hasta el trabajo y hago salidas pequeñas dos o tres veces a la semana. En invierno suelo esquiar". De sus amistades en el pelotón asegura que "más que íntimos tuve una buena relación con casi todos. Ahora no veo a casi nadie, excepto a Arrieta, Enrique Alonso y a los ex del Orbea aficionado, que todos los años nos juntamos en una comida. Del ciclismo actual dice que "sigo las clásicas del norte por la tele, son las que de verdad me emocionan. Ha cambiado mucho la forma de correr. Nuestra época era más bonita, se atacaba más y había mayor nivel. Ahora veo demasiado control".