Apuesta al 5 y gana
La gama de neumáticos Fusion recibe una renovación total y pasa por méritos propios a encabezar el catálogo de cubiertas más elitistas y deseadas de Hutchinson, idénticas a las utilizadas por los cazadores de victorias.
Cuando una empresa como Hutchinson, con más de 30.000 empleados repartidos en 26 países y que sigue fabricando sus cubiertas en Montargis -Francia- desde 1890, decide que ha llegado la hora de diseñar un nuevo compuesto que supere todo lo conocido hasta la fecha, es entonces el momento de investigar y probar durante dos años más de cien combinaciones distintas de goma a lo largo de 130.000 km en bancos de prueba y 34.000 en condiciones reales. El proyecto, denominado HDF>5, ha tratado de encontrar el mejor compromiso y equilibrio entre las cinco cualidades que definen, según Hutchinson, a un neumático del más alto nivel y calidad: agarre, resistencia a la rodadura, duración, protección frente a los pinchazos y comodidad. De ahí su nomenclatura, que pasa de
Fusion 3 directamente al 5, sin pasar por el 4. Según los tests llevados a cabo en laboratorios independientes, las mejoras oscilan entre un 10 y un 22% en comparación con el Fusion 3, variando mínimamente el peso, que sólo se reduce en 5 o 10 gramos. La versión Fusion 5 tubular sustituye a los modelos Carbon Comp, optimizando el rendimiento a partir de un 5% -resistencia a la rodadura- hasta el 31% -duración-.
DESAFIANDO AL VOLCÁN
Tras la teoría, es el turno de llevarla a la práctica en el espectacular escenario asomado al mar que nos brindaron las retorcidas y bacheadas carreteras -incluyendo pavés- que rodean el Etna, el famoso volcán siciliano que todavía sigue activo. Aunque es complicado
juzgar el comportamiento de unas cubiertas en una ruta de unos 70 kilómetros, y más aún montadas en una bicicleta a la que no estamos habituados, podemos afirmar que el agarre en curva y la tracción son excelentes, adhiriéndose sin sobresaltos al pulido asfalto de los revirados descensos de Taormina y Castelmola; tampoco nos resultaron incómodas -a pesar del firme en mal estado- con la misma presión que solemos usar en nuestras monturas. No sufrimos ningún pinchazo o caída entre las aproximadamente dos docenas de ciclistas que formábamos el pelotón, incluyendo a los integrantes de los equipos Direct Energie y Armée de Terre que nos acompañaron, que se dejaron llevar excepto en la única subida del día, donde sólo los juntaletras que estaban más en forma pudieron seguir su rueda.