Renacimiento
Llevar un nombre tan prestigioso como Vitus en el tubo diagonal más que una ventaja es una responsabilidad que, la ahora marca irlandesa, no ha dudado en afrontar en su camino para reverdecer viejos laureles.
Muchos de los que leéis estas páginas habitualmente recordaréis con cariño las bicis Vitus que allá a comienzos de los 80 eran auténticos objetos de deseo con sus cuadros de aluminio y los tubos pegados a los racores. Sin embargo, la entonces firma francesa no pudo resistir el cambio de época y acabó cerrando sus puertas, dejando tras de sí una provechosa época con Sean Kelly llevando en repetidas ocasiones a las Vitus a la victoria. Así llegamos a 2011 cuando la popular tienda online Chain Reaction Cycles decidió contar con su propia marca de bicis y se animó a reflotar Vitus. Tratándose de una firma irlandesa el enlace con el pasado no puede ser otro que el propio Kelly, que desde el comienzo se implicó en la marca para crear las máquinas que tienen su visibilidad en competición gracias al equipo continental AnPost. Inicios duros, primero con bicicletas genéricas
para, en estos cinco años, ir aprendiendo, elaborando diseños propios y forjando una personalidad hasta llegar a este 2016 con una gama que pudimos conocer en la presentación que nos preparó la firma y que, ante todo, se muestra solvente. Por supuesto, se apoya en la capacidad de distribución de Chain Reaction Cycles y apuesta por el modelo de venta directa que han popularizado firmas como Canyon o Rose, lo que permite ofrecer precios muy competitivos. Un sistema que además hace posible un contacto directo entre el cliente y el fabricante, un
feedback constante que es utilizado en la mejora de los productos.
DE PRIMERA MANO
Al adentrarnos en la línea 2016, destaca la apuesta por los frenos de disco en sus modelos de gama media Zenium -con cuadro de aluminio- y Venon, bici que probamos uno de los dos días. Se opta por discos mecánicos TRP para ajustar los precios, frenos que en la ruta se mostraron potentes y modulables, aunque sin el tacto de unos hidráulicos. Aunque es una bici más larga y alta para buscar comodidad, por ángulos y comportamiento tampoco nos atreveríamos a encuadrarla en el segmento gran fondo. Donde no hay dudas es con el modelo Vitesse Evo Team, el mismo que emplea el AnPost. Aquí Vitus demuestra su clara intención de contar con una bicicleta de primer nivel. Nos sorprendió la comodidad conseguida, poco habitual en una máquina de competición, y la gran precisión de conducción gracias a un buen trabajo en horquilla y dirección además de una geometría que huye de radicalismos. Si tuviéramos que proponer una mejora, apostaríamos por añadir un nivel más de carbono -utiliza T700- para lograr una bici de tacto más directo. Tras varios días rodando con las Vitus nos llevamos la sensación de que esto no es más que el principio del camino. Llevar un nombre tan mítico puede suponer un lastre, ya que son muchos los que tienen esta marca en los altares, pero también pensamos que es un acicate para tratar de evolucionar y así honrar la historia de Vitus. De momento, por lo que hemos visto, el camino es el bueno y ya pueden presumir de contar con unas bicicletas de considerable nivel. Ahora es cuestión de continuar subiendo los escalones sin prisa pero sin pausa y con las ideas claras.