Vos y su gesto de campeonísima

Si la prueba en línea masculina resultó electrizante, la de las chicas no le fue a la zaga. Alternativas constantes, fugas que parecían destinadas al éxito y reacción final de las favoritas que llegaron a tiempo de jugarse las medallas en la subida a Vista Chinese. Allí las más fuertes demostraron ser la estadounidense Mara Abbott y la holandesa Annemiek van Vleuten, que coronaron con margen suficiente para manejarse en el llano posterior al descenso. Sin embargo, la fortuna le jugó una mala pasada a Van Vleuten. Líder destacada de la prueba con Abbott perdiendo terreno en la bajada, se fue al suelo violentamente y no sólo perdió todas sus opciones en los Juegos, sino que su mala caída nos hizo temer lo peor a muchos de los espectadores. Las noticias tranquilizadoras llegaron más tarde de la resolución de la carrera. La norteamericana pagó su menor corpulencia en los kilómetros finales y no pudo evitar ser cruelmente superada a 150 m de la raya por un trío perseguidor que se repartió los metales. Van der Breggen se alzó con el oro por delante de Johansson y Longo Borghini, recuperando para las neerlandesas lo que se le escapó a su compatriota en el accidente. Poco más de un minuto después entraba en novena posición la campeona olímpica saliente, Marianne Vos, y lo hacía como veis en la imagen izquierda: celebrando por todo lo alto la gloria de Van der Breggen. Un ejemplo de compañerismo y una forma extremadamente elegante de ceder su corona.