Oro líquido
Las dos pruebas en línea olímpicas tuvieron un desarrollo similar y un dramático desenlace, prácticamente idéntico: Nibali, Henao y Van Vleuten vieron cómo las medallas se escurrían entre sus dedos en la espeluznante bajada final.
@josebabeloki
de determinación: cuando se va para algo, se va. Con temple durante la primera parte, filtrándose por delante como movimiento estratégico y a bloque en el descenso de la penúltima vuelta, los italianos pusieron la carrera donde quisieron. Tres ciclistas para tres metales. Majka, Henao y Nibali coronaban destacados, mucho tenía que cambiar la película. Mi apuesta en ese momento: Nibali oro, Henao plata y bronce para el correoso polaco. No por favoritismos, sino por sentido común. Pese a todo, el candidato número uno no quiso sorpresas y se tiró para abajo. La sombra de Henao pegada a su chepa, mientras Majka hacía todo lo que sabía para seguir su estela. Riesgo, mucho riesgo. Y así ocurrió. El resto de la película ya se la saben. Todo a una carta, un objetivo colectivo al traste y una desgracia con consecuencias. Otro oro licuado que se escapaba entre los dedos. Van Avermaet, por todo lo alto. Me alegro mucho por él. Lo intentó sin esperar al final y, sabedor de sus posibilidades, supo negociar cada uno de los momentos de crisis por los que pasó. La carrera se movió de lejos y eso Foto Rafa Gómez
le beneficiaba. Cómo se notó el oficio de los especialistas en las clásicas. Desde lejos, con la referencia de los kilómetros a meta, una estrategia mirada desde otro prisma. Y ahí es donde al final estuvo el premio. Con o sin carambola, eso da igual. El oro para Bélgica y todos recordaremos a Van Avermaet, entre otras cosas, por ser campeón olímpico como Samuel, Vino y compañía. ¿Y España? Pues con pocas cartas para juzgar. Por lo tanto, a bote pronto diría que a contrapelo. Por una cosa u otra no entraron en el corte de Thomas y en ese instante perdieron el control de la carrera. Castroviejo a remar intentando estabilizar el primer momento clave, Alejandro tapando el segundo tras la marcha de los italianos en el descenso y Joaquim haciendo lo imposible para meterse en el que a la postre fue el grupo de las medallas. No sé cuál será la valoración de Mínguez, pero tampoco hay mucho más que decir. La alineación fue la correcta. ¿La táctica? La desconozco, por lo que tampoco puedo opinar. Llega La Vuelta, interesante, dura y muy selectiva en su inicio gallego. Estaremos muy atentos.