El potro que se convirtió en caballo de carreras
Me llamo Aimar Mendaza y gracias a un concurso organizado por Ciclismo a Fondo pude realizarme un estudio biomecánico con Jon Iriberri subido a mi bici de crono. A continuación os explico la experiencia.
Era una bicicleta a la que se podría calificar sin miedo a equivocarme como potro de tortura. Sin embargo, tras el estudio, y no exagero, siento que se ha convertido en un caballo de carreras. Jon realizó múltiples mediciones en la bici. Lo cierto es que creo que ninguna de las que llevaba se ajustaba a mi realidad y capacidad como ciclista. Esta circunstancia supuso un montón de cambios en la máquina que han permitido que ahora vaya muy estable en ella, cómodo durante muchas horas, que sienta el pedaleo notablemente más fluido y eficiente... En definitiva, casi, casi otro deporte. Me había planteado hacerme un estudio biomecánico con anterioridad, pero me terminaba conformando con recurrir a las típicas tablas que circulan por internet, en las que te mides la entrepierna, el brazo, etc., y obtienes unas medidas en las que debes poner la bicicleta. Evidentemente, ni estas tablas ni la diferente literatura al respecto que he podido ver en la red tienen en cuenta la morfología y las limitaciones de cada persona. En mi caso particular, las deficiencias en el sóleo y su poca capacidad contráctil o la escasa flexibilidad marcaban claramente mis capacidades.
INSTRUMENTOS PARA MEDIR
Para medir todo ello, Jon me hizo una valoración completísima en camilla, explicándome hasta dónde llegaba mi cuerpo y hasta dónde no. También me instrumentó con culotes que medían la actividad de mis músculos durante el pedaleo, un aparato que registraba mi estabilidad pélvica y mi apoyo en el sillín. Además, mediante sensores en la bici se comprobaba la fuerza que transmitía a los pedales en cada punto de la pedalada y si el equilibrio entre la izquierda y la derecha era el correcto. Con todos estos datos el biomecánico pudo hacer un diagnóstico preciso y aplicar las correcciones oportunas tanto a la bicicleta como a mí -técnica de pedaleo, forma de sentarme...-, que al final es lo que buscamos los ciclistas: soluciones a nuestros problemas. Gracias a Ciclismo a Fondo y a Jon Iriberri por este regalo. Finalizo recomendando a todos los lectores que se hagan un estudio; la mejora es sustancial.
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