"Me he emocionado"
Hace más de diez años, Joaquim Rodríguez tuvo en sus piernas la Clásica de San Sebastián pero su entonces equipo, el Saunier Duval, decidió jugársela con Tino Zaballa. Les salió bien. Desde entonces, Joaquim se ha hecho Purito, ganando etapas en las tres grandes, disputándolas, clásicas, mundiales, Vuelta al País Vasco... pero jamás ha logrado llevarse la Clásica a pesar de haber estado año tras año en la pelea. Aun así, el catalán eligió esta carrera para despedirse de la afición pues, salvo improbable cambio, será su última competición en España. "Y qué mejor sitio que el País Vasco, que me ha visto crecer como corredor y como persona durante tantos años". Purito se marcha a su estilo, con un ataque en las rampas más duras de Murgil Tontorra, "mi terreno, pero cuando ha arrancado Mollema íbamos todos con las fuerzas superjustas. Nos ha metido 50 metros y le ha valido". El del Katusha reconocía que "igual me he precipitado un poco, porque he visto a Yates arrancar de lejos y buscaba evitar que pasase como el año pasado. Después no quise parar hasta arriba". Pese a no lograr entrar en el podio, declaró que "he disfrutado, sobre todo en esa subida que estaba llena de gente y los gritos eran ensordecedores. Me he emocionado, aunque no tenía piernas para ganar". Joaquim asegura que ha sido una despedida bonita. "Aquí es donde crecí como ciclista. Me hice corredor y aprendí a ser profesional. Es un amor recíproco el que tengo por el ciclismo vasco".