El mundo de Mikel

acertaba”. Por fortuna, una victoria en Laukiz desbloqueó aquel talento anquilosado. Acabó el año con ocho triunfos y un contrato profesional en el bolsillo.

¿Por qué la bicicleta? Como otros niños jugaban con el balón, yo desde el principio quise bici. Mis fotos de pequeño son con la bici o el triciclo.

¿A quién le debes haber llegado donde estás? A todo mi entorno, contando familia, amigos y novia; a los entrenadores que he tenido; a la Fundación Euskadi... Y me dejo a mucha gente. Toda ayuda es poca y muy de valorar.

¿Y si no hubieras sido ciclista? Estudio IVEF, así que no es difícil imaginar que hubiera tirado por ahí.

¿Qué tal llevas el IVEF? Este año no he hecho prácticamente nada y para el que viene no me he matriculado. Con los viajes se me ha hecho imposible.

¿Y el francés? Nunca lo había estudiado y me puse a dar clases este invierno después de firmar con el equipo. Apenas aprendí nada. Ahora ya logro entender las charlas técnicas, pero aún me cuesta mantener una conversación.

¿Algún ídolo de juventud? Valentino Rossi. Entre los ciclistas, Peter Sagan.

¿Con quién sueles entrenar? En mi zona hay muchos profesionales como Markel Irizar, Haimar Zubeldia, Peio Goikoetxea o Aitor González. Siempre hacemos grupeta.

¿Sigues el ciclismo cuando no estás compitiendo? Sí, pero sin volverme loco. Veo el Tour de Francia y el Giro d’Italia. Sin embargo, rara vez me meto en internet para ver carreras o mirar resultados.

¿Cuál ha sido tu mejor momento encima de la bici? La victoria de Laukiz, primera que conseguí en 2015, me sirvió para reponerme del golpe que supuso volver a la categoría sub23.

¿Y el peor? La caída de este año en la Vuelta a Turquía. Fue muy desagradable verme tirado en la cuneta, con un golpe fuerte en la cabeza y el cuerpo entero molido. Encima agarré un virus que me provocó fiebre y descomposición intestinal. Fue infernal.

¿Qué carrera sueñas con ganar? Sueño con ganar, en general. Si tengo que elegir, Flandes o Roubaix.

¿Practicas algún otro deporte? Fuera de temporada camino por el monte y, en ocasiones, nado, corro a pie y patino.