Ruta de ensueño
Tiene 47 años, es periodista y también un Ángel ha completado un viaje fascinante por una vía construida para el disfrute en bicicleta: los 645 km de la Ruta Ciclista Seúl-Busan.
Juanma Martín
Hablamos de algo así como si en España existiera un recorrido diseñado exclusivamente para bicicletas y que nos llevara atravesando valles, ríos y montañas desde Madrid hasta Barcelona. El protagonista contagia su entusiasmo mientras lo relata a Ciclismo a Fondo.
¿Qué te llevó a vivir en Corea del Sur? Una oferta de trabajo. Hice la carrera de Periodismo orientada hacia la comunicación corporativa. Hace cinco años abrieron el North London Collegiate School en Jeju, un colegio internacional que da educación a los niños que luego van a las mejores universidades de Estados Unidos. Me ofrecieron el puesto de brand director -director de marca-. Acepté y desde entonces vivo allí. Jeju es una isla, la más grande del país, al sur de la península de Corea. Soñar con un total de 645 kilómetros de ruta exclusivamente ciclista se antoja impensable, hoy por hoy, en España. Pues allí existe y es la más larga del mundo. Está construida expresamente para bicicletas. No es demasiado conocida porque no está muy promocionada, a pesar de que Corea del Sur es un país súper seguro y no hay delincuencia. Está muy bien señalizada, no hay posibilidad alguna de perderte.
Cuéntanos tus antecedentes en el mundo de las dos ruedas. De chaval tuve una Orbea Moncayo y esto ha sido como un reencuentro. Vivía en Madrid, en Soto del Real, y lo que me gustaba en ese momento de mi vida era salir con la BTT y hacer 40-50 kilómetros, etapas cortas y con mucho desnivel. Jeju es una isla con un volcán en el centro y muy montañosa, con un montón de rutas para BTT, pero es peligroso y no te dejan meterte por el interior. Lo único que puedes hacer es rodar por la carretera que bordea la isla por la costa, así que me compré una de carretera y empecé a salir los fines de semana con los amigos del colegio. ¿Cómo surgió la idea de hacer esa ruta Seúl-Busan? La idea fue recaudar fondos en la lucha contra la diabetes tipo I. Una de mis hijas, de 7 años, tiene esa enfermedad y se me ocurrió que hacer la ruta junto a seis amigos podía ser una buena iniciativa. La apuesta fue completarla en cuatro días: el primero 180 km, el segundo 170, el tercero 150 y el cuarto 145. Al final conseguimos reunir 16.000 dólares en donaciones para la Fundación para la Investigación de la Diabetes Juvenil (JDRF). ¿Es un reto que puede hacer cualquiera con un poco de preparación? Tienes que ser deportista y prepararte bien, pero no es nada excesivo. Todas las semanas, desde un mes antes del reto, salía dos o tres veces, acumulando unos 130 kilómetros por semana. Lo más que llegué a rodar del tirón fueron cien kilómetros un par de veces, distancia que no había hecho nunca. También era la primera vez que afrontaba una ruta de este tipo y pensaba que sería muchísimo más duro de lo que resultó. Es cierto que tenía la mejor motivación del mundo: cada vez que sufría me acordaba de que lo hacía por mi hija. Para que la gente se haga una idea, ¿con qué montaña conocida compararías lo más duro? Con la sierra madrileña. Lo más exigente sería parecido a ascender un puerto del tipo Morcuera. Fue una experiencia maravillosa, es como un parque temático para bicicletas. Tiene de todo: túneles, llano y montañas de gran desnivel. Salvo una mínima parte del trazado que atraviesa algún núcleo urbano, casi todo es terreno agrícola y pura naturaleza. ¿Alguna cosa que os llamara especialmente la atención? El recorrido, por ejemplo, que vas cantidad de kilómetros, como 30 o 40 seguidos, por plataformas construidas sobre ríos con carriles de ida y vuelta. De hecho, le dicen también la ruta de los cuatro ríos porque siempre vas pegado o sobre un río de enorme anchura. Y otra cosa muy peculiar es que los pocos coreanos que vimos haciendo la ruta iban todos con bici de montaña, guantes y gafas y sin dejar a la luz un centímetro de piel porque se queman enseguida. ¿Y respecto a la logística, alojamientos, comida...? Fuimos únicamente con un hotel reservado en Seúl y un apartamento en Busan. Las noches restantes buscábamos una ciudad y no hubo problemas para encontrar hoteles asequibles, entre 20 y 50 euros. Encuentras muchas tiendas donde comprar comida. Nosotros sólo llevábamos una mochila pequeña para las mudas de ropa. El tema logístico está muy bien desarrollado y tampoco tienes ningún problema con el traslado del equipaje y de la bici. Edad: 47 años. Altura: 1,79 m. Peso: 79 kg. Profesión: Director de marca. Estado civil: Casado. Un defecto: Soy muy despistado. Una virtud: Optimista. ¿Música o lectura?: La música, soy un nostálgico de los 80. Comida favorita: Un chuletón con patatas fritas.