Roles cambiados
Las vueltas que da la vida y, por extensión, el ciclismo. No hace ni dos meses que Chris Froome aplastó a sus rivales en el Tour de Francia, rodeado de uno de los bloques más potentes de la historia. En la Vuelta a España, esa carrera que se le resiste y en la que acumula tantos segundos puestos como victorias en el Tour, tres, ha sufrido la situación inversa. Un soberbio Movistar Team, con el impagable Jonathan Castroviejo a la cabeza, lanzó a lo más alto a Nairo Quintana, mientras el británico rumiaba su derrota pese a haber exhibido una fortaleza no muy inferior a la de la ronda gala. En el podio le rodearon dos colombianos, la confirmación del espléndido momento que atraviesa el país cafetero. Este merecido éxito, su segunda grande, dará tranquilidad a un Nairo Quintana que había salido tocado del Tour pese a finalizar tercero. Esteban Chaves se la jugó en la penúltima etapa amparado por un valiente Orica-BikeExchange y asaltó la última plaza del podio que ocupaba Alberto Contador, tan solo como en el resto de la temporada, con la excepción de la ofensiva de Formigal donde Tinkoff sí dio la talla. El crack madrileño ya hace borrón y cuenta nueva de cara a un 2017 en el que deberá contar con mayor apoyo para enfrentarse a rivales de tanta calidad. La 71ª edición de la Vuelta ha permitido intuir la preocupante sequía que puede asolar al ciclismo español. Sólo un triunfo de etapa, el de David de la Cruz en el Naranco, y tres plazas en el top ten, Contador, el catalán del Etixx-QS y Dani Moreno. Hay brotes verdes -literalmentecomo Jaime Rosón, pero la escasez de formaciones profesionales provoca que la presencia nacional en el pelotón se haya reducido de manera drástica. Uno no termina de acostumbrarse a una fuga de veinte integrantes en nuestra carrera sin representación española. Y está pasando.
OPINIONES FUERA DE CONTROL
Junto al lamentable episodio del bolardo que acabó con Kruijswijk en el hospital, las dos polémicas de esta edición fueron el ritmo cansino del grupo principal en la 13ª etapa, con final en Urdax-Dantxarinea, y la repesca de 91 corredores que entraron fuera de control en la celebrada jornada de Formigal. Las críticas por la poca combatividad mostrada en ambos casos se entremezclaron con las furibundas respuestas de algunos integrantes de la caravana, y de bastantes aficionados, con un argumento peregrino que se está poniendo de moda en estos tiempos de las redes sociales: “Súbete tú a la bici a ver de lo que eres capaz”, vendría a ser, expresado de distintas maneras. Conviene poner un poco de cordura en la cuestión antes de que se salga de madre. A los comentaristas de tenis nadie les exige tener el drive de Federer o el resto de Nadal para juzgar un partido entre ambos, lo mismo que a los que hablan de fútbol no les obligan a tirar las faltas como Messi o Cristiano Ronaldo. No creo que sea necesario poseer una lista de KOM para opinar de ciclismo con criterio. En CAF no somos dudosos en nuestra admiración por todos y cada uno de los participantes que afrontan el reto que supone competir en una gran vuelta, pero eso no debe impedir que señalemos las cosas que no nos gustan. En las dos jornadas mencionadas más arriba, el pelotón levantó excesivamente el pie.