Ponga una Roja en su vida
En septiembre cambiaron las tornas. El colombiano del Movistar Team le ganó la partida a Chris Froome en la Vuelta a España, en un nuevo duelo que ambos protagonizaron.
Juanma Martín Luis Ángel Gómez/Graham Watson
El #Sueñoamarillo había quedado aparcado para el año próximo. Un Tour de Francia que dejaba secuelas. “Una alergia me impidió alcanzar mi nivel. Decidí cancelar mi participación en los Juegos, tomármelo con tranquilidad, descansar y empezar a preparar esta Vuelta. Después de bastantes días sin competir es una incógnita cómo reaccionarán las piernas, pero lo que sí sé es que llego muy motivado. Para mí esta Vuelta es un reto muy personal, un desafío al que no podía renunciar. Ganar sería grandioso, aunque me vale con subir al cajón. Dos podios son una buena recompensa al trabajo de la temporada”. Se curaba en salud Nairo, pero tanto él como su equipo pedían la revancha y ya habían preparado un nuevo hashtag para la ocasión: #EstaEsLaNuestra. Si no pudo ser el amarillo, la maquinaria para sumar una Roja a la maglia rosa de 2014 se había puesto en marcha.
RIVALIDAD DESDE LA SALIDA
De nuevo Sky y Movistar cara a cara, protagonistas desde la crono por equipos orensana. Los británicos que se imponen por décimas de segundo, pero sólo es la primera batalla, las tornas pronto se iban a volver propicias. En Ézaro, aunque cede al principio, Froome responde a la primera ofensiva telefónica. San Andrés de Teixido también queda en tablas, pero en la Camperona aparece otra vez el Nairo atacante que necesita noquear a Froome en la montaña y empezar a Sofocón contra el reloj. Froome empezó a recortarle tiempo desde el inicio y los 37 kilómetros se le hicieron muy largos.
Más ofensivo. Quintana descartó la versión conservadora del Tour y puso en aprietos a sus rivales siempre que pudo.
Puñetazo en la mesa. Cruzando como vencedor la línea de llegada de los míticos Lagos de Covadonga, Nairo presentó su candidatura. endosarle en las subidas el tiempo que le permita ganarle la partida en Madrid. Una doble inyección de moral, porque el colombiano se vestía de líder además de lograr 33 segundos a su favor. “Ese era el objetivo hoy, arañar segundos a los rivales. Estaba esperando el ataque de Froome, que llegó pero supimos contestar. Me da confianza saber que las piernas responden y que hoy he estado un poco por encima de los adversarios”. En el Naranco cedió el liderato por un día para recuperarlo a lo gran campeón en la cima de Lagos de Covadonga, remachando un ataque de Contador en La Huesera para lograr en solitario su único triunfo de etapa. Ni mucho menos casualidad que fuera en la mítica cima asturiana. “Siempre había soñado con ganar aquí. Todo lo que he vivido y sentido hoy ha sido precioso”. La ventaja sobre el británico se