Tampoco al segundo intento
Salí a las 20 horas con el único objetivo de llegar lo más rápido posible. Cayó la oscuridad, la temperatura era buena y rodé toda la noche a buen ritmo. Por la mañana la temperatura subió a 38 ºC, para seguir así con viento sureste. A las 19:00 horas pasé por el punto donde abandoné la primera vez: km 475 en 14h40’. Faltando 50 km para Libourne me dio un bajón importante, con dolor de rodillas y dificultades para comer. Con el calor no me entraba nada. Mi cuerpo empezó a mandarme señales. No rodaba con firmeza, mis pulsaciones no subían y los dolores de rodilla empezaban a intensificarse. Llevaba 19 horas y de ahí hasta el fatídico momento de mi retirada padecí un suplicio. En quince kilómetros me bajé y me monté tres veces en la bici. En la última parada no fui ni consciente de haberme dormido quince minutos encima de la esterilla. Algún integrante del grupo me decía que parara pues podía ser peor no hacerlo. Al final, con mucha frustración y rabia, me monté en el coche. Tenía claro que por respeto al ayuntamiento, los sponsors y amigos que me esperaban en Alderdi Eder, llegaría en coche hasta allí para entregar la insignia de Versailles. Ellos me correspondieron con un recuerdo de mi ciudad. Quiero agradecer a todo mi equipo, familiares, amigos y patrocinadores su apoyo incondicional. La temporada no ha sido positiva en resultados. Mis entrenamientos y el planning los considero adecuados. A veces, aunque a ningún deportista nos guste, toca aceptar que no se ha podido.
Mikel Azparren
Foto
Karlis