La marcha de siempre
Luis Ángel Gómez
La tierra en la que más se ama el ciclismo es también la tierra en la que más se respeta el cicloturismo. Fuera tiempos, fuera competitividad. Fiel a su tradición, la Bilbao-Bilbao vuelve en 2017 a descartar todo tipo de clasificaciones con la única misión de que cada uno de sus más de 8.000 participantes disfruten de una fiesta que durará 115 kilómetros. No se contabilizarán los tiempos en un recorrido suave en el que sí habrá un límite de 6 horas para completar la primera cita importante del calendario. La fecha es fácil de recordar: 19 de marzo, Día del Padre. Y qué mejor que empezar tal jornada dando pedales por un País Vasco que huele a bicicletas por cada rincón y superando los cinco puertos -con un desnivel acumulado de 1.034 metros, según los datos del GPS Anima + de TwoNav- que presenta el menú de esta vigesimonovena edición, que comenzará sobre la ría de Bilbao, desde el asfalto del puente de Deusto, y que seguirá su ruta camino de las imponentes aguas del Cantábrico. Pronto, los cicloturistas, que habrán partido en cinco salidas escalonadas, se encontrarán con las primeras rampas de verdad, las del corto Andraka, tras el pequeño repecho de Barrika como aperitivo.
PUERTOS CORTOS Y SUAVES
Por la altura de la temporada en la que se celebra la marcha, la organización, a cargo del Club BideBike, propone un inicio de trazado acorde con nuestro estado de forma. Los 3,5 km de Andraka servirán para ir poniendo a tono nuestras frescas piernas, las que poco más de 10 km después se toparán con una nueva dificultad, la de Unbe, que sigue la línea de la primera, con 5,5 km de ascensión y un porcentaje medio del 4% allá por el kilómetro 40 de la prueba. Será entonces cuando podremos coger aire entre el descenso, el posterior terreno llano y el avituallamiento situado en el Parque Científico y Tecnológico de Zamudio -kilómetro 60-. Todo lo que recuperemos en ese tramo nos vendrá bien para afrontar la segunda parte de la Bilbao-Bilbao, que enseguida nos hará subir la tachuela de Artebakarra, de 1 km al 5%, y, posteriormente, un fuerte doble plato para saber qué tal hemos entrenado durante el invierno. Tendremos que hacer frente a Gerekiz y a Morga -Aretxabalgane-, que en total hacen una subida de 7 km, sin grandes rampas, pero con suficientes razones como para dañar considerablemente nuestro botín de energías, ya que la bajada del primero