Elogio del compañerismo
Decía Melcior Mauri en el briefing del día previo al inicio del campus que lleva su nombre, el momento en el que se explican los recorridos de las etapas, se resuelven dudas, etc., que en el ciclismo que le tocó vivir se conocían todos los ciclistas. "Desde los líderes hasta los neoprofesionales, todos sabíamos nuestros nombres, había amistad, diálogo; el pelotón era como una familia… Ahora -con equipos de cerca de una treintena de corredores por las exigencias del calendario- es distinto, hay ciclistas que ni se conocen ni tienen trato estando en el mismo equipo porque no coinciden en las carreras y se concentran en lugares diferentes", rememoraba el ganador de la Vuelta a España 1991. A su lado asentían Miguel Indurain y Claudio Chiappucci, invitados de honor de Melcior, que han coincidido últimamente en diferentes marchas cicloturistas, una vertiente lúdica de la bicicleta que están disfrutando tras dejar atrás sus apasionantes pugnas en la carretera -no os perdáis en nuestra web la charla que mantuvimos con los dos copiando el código QR que aparece arriba-. Para el pentacampeón del Tour, que descubría en Cambrils este formato de varias etapas, los campus "son un buen sitio para comenzar porque hay charlas sobre diferentes aspectos relacionados con la bici, los avituallamientos están cubiertos, hay vehículos que respaldan a los pelotones, etc."; mientras que Chiappucci incidía en el buen ambiente reinante, que permite conocer a otros cicloturistas y establecer amistades relacionadas con nuestro deporte favorito. Entre risas, recordaban batallitas y se retaban a revivir viejas disputas en las diferentes ascensiones del campus, donde, rebosando paciencia y simpatía, dejaron constancia que conservan una buena relación a pesar de que han pasado más de veinte años de las jornadas que nos mantuvieron pegados a la televisión.