Entre sector y sector
Un asunto de familia. Pocos pueden presumir de una familia tan ligada al ciclismo como Greg Van Avermaet. El ganador de la Roubaix es hijo de Ronald, corredor profesional de los años 80 y olímpico en los Juegos de Moscú; nieto de Aimé Van Avermaet y Kamil Buysse, también profesionales en las décadas de los 50 y 60; y desde fechas recientes cuñado de Rik Verbrugghe, profesional la pasada década y director de Greg en sus primeros años con BMC.
La más rápida. El viento favorable de dirección sur fue determinante para vivir la velocidad media más alta de la historia de la prueba. Los 45,204 km/h superan los 45,129 logrados por Peter Post en 1964, edición con un kilometraje de pavé muy inferior al actual.
Pancarta de meta. La tradicional línea de llegada del Velódromo de Roubaix contó con una novedad: por primera vez desde que finaliza en este lugar una pancarta presidió la entrada del ganador, novedad bastante contestada por los aficionados y que cambiará la imagen del final de la prueba.
Pinchazos. 26 pinchazos fueron reparados por los vehículos de asistencia neutra Mavic. A esa cifra, ligeramente por encima de la media habitual, hay que sumar las efectuadas desde los coches o por los asistentes de equipos enviados a cada tramo de pavé, que no paran de crecer en cada edición.
Escoltado. Tras abandonar a 60 kilómetros de la meta y no encontrar un coche al que subirse, Andrea Guardini (UAE) decidió regresar a Roubaix por el camino más directo que le indicaron: la Autovía A-23. La figura en el arcén del italiano con dorsal y manchado de polvo no pasó desapercibida para unos agentes de la policía gala, quienes le recogieron y llevaron hasta la zona de llegada.
Pavé a la fuerza. En el penúltimo tramo, el de Willems en la localidad de Hem, 17 retratos de leyendas de la prueba colocados por la organización obligaron a los corredores a circular por el pavé y les disuadió de hacerlo por su lateral, destinado curiosamente a un carril bici que por una vez estuvo vetado a los ciclistas.
Españoles en Roubaix. Jorge Arcas (60º) -foto- e Imanol Erviti (61º) fueron los únicos españoles clasificados en la Roubaix 2017. Además del dúo de Movistar Team, Jon Ander Insausti (Bahrain-Merida) también consiguió llegar al Velódromo AndréPétrieux, pero lo hizo fuera de control como otros 18 corredores.