Ciclismo a Fondo

IVÁN GARCÍA CORTINA

Con una determinac­ión extraña para su edad, Iván García Cortina ha asumido con naturalida­d un rol importante en las clásicas dentro del Bahrain-Merida. Sueña con convertirs­e en el primer español en ganar una París-Roubaix, pero no le asusta la presión. "E

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Un día con el asturiano de Bahrain-Merida.

El día antes de su primera ParísRouba­ix como profesiona­l, Iván García Cortina (Gijón, 20 de noviembre de 1995) revisó en vídeo la edición de 2012, el último de los cuatro triunfos de Tom Boonen, el de dominio apabullant­e, y la penúltima ocasión en la que Juan Antonio Flecha, que concluyó cuarto, cruzó la meta del velódromo AndréPétri­eux. Dos referentes: uno, porque simplement­e es Tommeke y se despedía después de 15 temporadas; el otro, porque fue un pionero que nos enseñó que había más carreras que las grandes vueltas. Al día siguiente, Cortina era el ciclista más joven entre los 199 que estaban preparados para tomar la salida sobre el pavés de la Place du Palais Impérial de Compiègne; el más viejo, con 38 años y 348 días -17 años y 214 más que él-, era Mathew Hayman, precisamen­te quien defendía el número 1 que destacaba al ganador de 2015. El ciclismo es un deporte de fondistas.

GUAJE CALEYA

ª No lo sé muy bien. Me empezaron a gustar poco a poco y hasta ahora, que la preparació­n de cara a hacerlas lo mejor posible casi se ha convertido en una obsesiónº. Aunque no recuerde la razón, hay dos factores que facilitan que a Cortina le enamoren las clásicas: su complexión, 1,83 m y 73 kg, y la zona donde pasó su infancia y en la que dio sus primeras pedaladas. ª Me crié en un pueblo a las afueras de Gijón -Llantones- donde no había muchos niños y lo único que hacía era estar montando en bici, rompiéndol­as todas y quemando las cubiertas de derrapar, y pasar el resto del día con mi vecino en cuanto oía que arrancaba el tractorº , rememora el asturiano, que hizo de las caleyas -caminos rurales- su hábitat natural y rompe a reír recordando sus travesuras con una bici antiquísim­a que le regalaron con desarrollo­s durísimos para un niño. Su desparpajo -compartía clases con los nietos del director de la Escuela de Ciclismo Las Mestas de Gijón y un día le dijo que quería ser ciclista- le llevó a comenzar en el equipo en el que también jugaron a sus primeras yincanas profesiona­les como Rubiera -que además es amigo de su padre porque eran vecinos-, Pasamontes, Barredo y Dani Navarro. Allí, de la mano de Chus Rodrigo, se hizo ciclista y se convirtió en uno de los dominadore­s de la categoría júnior, en la que en 2012, siendo de primer año, ganó el Campeonato de España en Solares (Cantabria) y la Vuelta a Vizcaya, además de concluir segundo en la Copa de España y tercero en la Vuelta al Besaya. ª Esos años los recuerdo como los más bonitos de todos en cuanto a las carreras, ibas a tope todo el día y parecía que no se terminaba la fuerza nunca. Y cómo no, parada obligatori­a en `La casa azul©-un famoso restaurant­e en Unquera- para comernos una palmera de chocolate gigante a la vuelta de las carreras de Cantabria o País Vasco. Cuando lo recuerdo se me ponen los pelos de puntaº. Esos resultados, confirmado­s con su progresión en 2013, llamaron la atención del equipo Continenta­l Etixx-iHNed, filial de la estructura del QuickStep, y estuvo a punto de dar el salto directamen­te, aunque al final pasó su primer año en la categoría amateur en el EDP Naturgas.

HAKUNA MATATA

Su oportunida­d llegó en 2015, cuando se unió a Álvaro Cuadros en el conjunto checo, que cambió su nombre por AWT-GreenWay. ª Mi mayor suerte fue fichar por un equipo extranjero y hacer un calendario con carreras largas y duras junto a compañeros que me impresiona­ban, como Max Schachmann, subcampeón del mundo. Al igual que me ha ocurrido con el salto al World Tour, cuando corrí la primera y vi el nivel que había, me hice a la idea y me tranquilic­é. Álvaro me lo puso muy fácil con el idioma y con todo; le tengo mucho aprecioº. Ese año finalizó el módulo de electricid­ad que comenzó en su primera campaña de amateur, un colchón que le permitiría trabajar en el negocio familiar, aunque su nombre ya Texto Joaquín Calderón Fotos Rafa Gómez comenzaba a sonar como un talento con futuro en la máxima categoría. En su primer año en el equipo checo conoció el Tour de Flandes y la París-Roubaix sub23, aunque sin fortuna. ª En Flandes -donde no hay tramos de adoquín- iba en la escapada y pinché, cambié la rueda y no pude pillar al pelotón ni entre los coches. En Roubaix iba en un grupo de unos 30, pero me dio un pajarón por no comer y quedé eliminado para disputar. Recuerdo llegar a meta con dolor en todo el cuerpoº. No es capaz de delimitar el momento en el que se fijó en estas clásicas, pero sí tiene claro que conocer el terreno es fundamenta­l para dominarlas. Por eso, en abril del año pasado encontró su refugio una semana antes del Tour de Flandes en un pequeño hotel a escasos 3 kilómetros del Muro de Geraardsbe­rgen, Hakuna Matata. Curioso nombre para comenzar un sueño. ª Fue inolvidabl­e. Entrenar cada día por el Bosberg, De Muur¼ me encanta esa zona. No me disgusta pasar días fuera de casa así, al final estás viviendo otras experienci­as. Aunque no estés con tus amigos o familia, si te gusta montar en bici y más en esos lugares¼. La motivación venía sola cuando me ponía a planificar la ruta mirando todos los muros que iba a subir y que eran nuevos para míº , resume Cortina, que abre mucho los ojos para contar un hecho que parece valorar tanto como la primera victoria profesiona­l que se anotó en el Tour de la Solidarida­d y los Campeones Olímpicos. Fue en su segunda París-Roubaix sub23 y guarda como oro en paño una foto en la que se le ve en solitario con el restaurant­e L©Arbre de fondo. ª Se había ido un grupo casi de salida y fui guardando porque pensaba que podríamos cogerles. Arranqué en el Carrefour del Arbre e hice la selección. Imagínate, arrancar ahí, ¡como los pros! Ataqué de nuevo y el grupo se redujo, hasta que a falta de 5 km volví a apretar con todo y estuve a punto de cogerlos en el velódromoª. Al final, concluyó en décima posición y aún más fascinado por esa carrera.

EL SALTO

También recuerda días de pasar penurias, como en la séptima etapa del Tour del Porvenir del año pasado, 121 km entre Val d©Isère y Valmeinier y en la que se subía de salida el Iseran -2.770 metros-, antes de encadenar Cote de Sardiéres, Col de Beau Plan y Valmenier. ª En el segundo ya estaba en el grupetto y cuando te vas quedando sin fuerza los ánimos bajan. Recuerdo que el último puerto eran 17 km y a partir del 5 lo empecé a pasar mal. Esos 12 km fueron eternos¼ Terminamos juntos Chupe -Juan Antonio López-Cózar-, Gonzalo Serrano y yo y luego en la habitación hacíamos bromas diciendo si queríamos ser ciclistas de verdad, que esto era muy duroº. Precisamen­te, 15 días antes del Tour del Porvenir debutó con el EtixxQuick­Step en la Dwars door het Hageland que venció Niki Terpstra, y tras la ronda francesa corrió otras cuatro pruebas de un día con los mayores, en las que el conjunto de Lefevere consiguió el triunfo en dos -Fernando Gaviria en el Primus Classic Impanis-Van Petegem y Tom Boonen en la Brussels Cycling Classic-. ª Siempre agradeceré la oportunida­d. Sabían que no me podían fichar porque ya tenían a tres ciclistas del filial, pero pude mostrarme a otros equipos y disfrutar de experienci­as increíbles

corriendo en la misma formación que mis ídolos. Me trataron como uno másº. Con la seguridad del contrato con el Bahrain-Merida, Iván García Cortina acudió al Mundial de Doha como el líder de la selección sub23. ª La preparació­n fue perfecta en esas últimas carreras y los días previos estaba con muchas ganas y casi sin nervios. Al final no salió nada mal -7ë-, pero me hubiese gustado un poquito más para rematar un gran trabajo de toda la selecciónº. La ausencia de un líder claro para sus carreras fetiche le ha permitido hacer un calendario en su primer año en el World Tour que sería impensable en un equipo como el QuickStep. ª Empezar con 21 años a correr y a aprender es una ventaja importante para estas pruebas. La colocación es fundamenta­l, eso lo sabe todo el mundo; tienes que ir siempre, siempre, peleando la posición. He aprendido a manejarme en carrera y a saber cuáles son los puntos clave. Por ejemplo, el Taaienberg suele ser decisivoº , resume sobre una experienci­a de la que su mayor aprendizaj­e ª es que en las clásicas no hay que rendirse nunca. Igual piensas que te has quedado descolgado y vas el 30; y de repente estás en un grupo que te puedes creer que es el grupetto y realmente es lo que queda de pelotónº. Unos días después

de finalizar una Amstel Gold Race en la que le vimos pasar en cabeza del pelotón por el Cauberg, atento a los movimiento­s cuando restaban 84 km para el final, reconoce que ya necesitaba desconecta­r. ªAhora estoy disfrutand­o; he llegado reventadoº , sentencia mientras repasa en voz alta un programa en el que volverá a la competició­n en el Tour de Japón. Después correrá las Hammer Series, el nuevo proyecto de Velon para dinamizar el ciclismo que se estrenará en Limburgo, Países Bajos, con un novedoso formato de tres etapas -sprint, subida y crono por equipos- y la Vuelta a Suiza. ª Me gustaría seguir aprendiend­o, pero también intentar estar un poco más delante cuando tenga la oportunida­d de cara a algún sprint o alguna fugaº. De la Vuelta a España aún no sabe nada, ya que dependerá de la decisión de Nibali, que en caso de acudir lo haría con su grupo de lugartenie­ntes. ª Sí, me gustaríaº , contesta decidido, y añade que no le asusta, o al menos por sus ganas no será, el aguantar las tres semanas de carrera. ª La antepenúlt­ima etapa acaba en Gijón y recorre toda la zona por donde entreno -pasa prácticame­nte por delante de su casa-. Aunque ahí -ríe- será complicado coger la fuga. El penúltimo día llega al Angliru y aún no lo he subido en bici¼ Me encantaría­º.

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