La caída de Herrada marcó a la selección
Con escasas opciones en un final que se dilucidaba tal y como acabó produciéndose, con un sprint, España supo que sus opciones pasaban por jugársela desde lejos y esperar a una buena colocación en el desenlace para pelear por un puesto de honor. Sólo la primera parte funcionó igual que en el guión previsto sobre el papel. Los hombres de Javier Mínguez cruzaban los dedos para que la carrera se volviese lo más dura posible, pero apenas hubo opciones. David de la Cruz fue el más destacado al introducirse en una escapada que podía haber sido la buena. A tres vueltas del final, el catalán se aventuró junto a no hacerlo no sería él, y pasa por meta en solitario cuando suena la campana que anuncia la última vuelta, el momento más mágico del año. El minuto en el que las nubes se despejan, la tormenta cesa y aparecen los cinco colores mágicos del arcoíris en un puente, entre la tierra y el cielo, esperando a su mejor postor para elevarlo al paraíso inmortal de la historia eterna. 107 corredores cruzan ese último paso con opciones. Demasiados para un Mundial. Pero la dureza que ha faltado en toda la carrera espera postrada a los pies de la colina del Salmón, un repecho de un kilómetro y medio al 6,4%. Y no será selectivo por su dureza, sino por una caída en la que se ve involucrado Jesús Herrada que afecta a más de la mitad Tim Wellens, Haller, De Marchi, Pantano, Boom, Haig y Eiking. "Uno debe saber qué opciones tiene con el recorrido que hay y yo era consciente de que las mías pasaban por entrar en un corte con selecciones potentes. Así lo hice. Estuve atento y me metí en ese grupo", narraba De la Cruz. Sin embargo, el pelotón no cedió y los atrapó. Después, España se diluyó por una caída que pilló a toda la selección detrás. "Una lástima. También ha sido nuestra responsabilidad por ir un poco despistados. Perdí las opciones de estar más delante y ver si se podía hacer algo en la última subida de pavés", se lamentaba el que a partir de enero será corredor del Sky. La caída pilló de pleno a Jesús Herrada. "Se han ido al suelo delante de mí y he pegado una voltereta que no sé ni cómo he caído", contaba el conquense. El seleccionador, Javier
del pelotón, entre ellos toda la selección española que no pasa el corte.
VALIENTE ALAPHILIPPE
Esa confusión la aprovechan Niki Terpstra, Alaphilippe, Gilbert y Moscon para marcharse en solitario y pronto, el joven francés demuestra su ímpetu sentándolos a todos menos al italiano del Sky, que le sigue sin apenas dar relevos hasta que el que para muchos es el heredero de Valverde se cansa y se va en solitario. Pero su sueño, como una buena botella de champagne, se apaga en efervescencia a la misma velocidad que pasan los kilómetros. Dinamarca tira y Kiryienka, junto a Lukas Pöstlberger, austriaco pero a sueldo del Bora de Sagan, se lanzan a la caza del prófugo.
David de la Cruz Mínguez, también hizo su lectura. "Hasta la última vuelta estuvimos donde debíamos. Perdimos las opciones de estar en el grupo y haber podido seguir luchando por esa caída. No hablo de ganar porque las posibilidades de medalla en un sprint eran nulas. Y punto. El Mundial siempre es una prueba complicada y más cuando tienes que correr a la contra".