Urán prolonga la racha
Al igual que hizo Miguel Ángel López en 2016, Rigoberto Urán soltó un demarraje que nadie pudo responder. Adam Yates se le acercó en el último kilómetro, pero no pudo alcanzar al colombiano del Cannondale-Drapac.
Texto Juanma Martín Fotos Bettini Photo
El ciclismo colombiano volvió a tomar al asalto la Basílica de Superga. Si en 2016 Miguel Ángel López estrenó a su país en el palmarés de la Milán-Turín, ausente Superman, este año hizo lo propio Rigoberto Urán, arrancando en lo más duro de los 4,9 kilómetros al 9,1% de la colina en las afueras de Turín donde termina la decana de las clásicas italianas -la primera se disputó en 1876, aunque luego ha habido bastantes años que no se ha celebrado y esta era la 98ª edición-, que volvió a contar con una participación de lujo, si bien es cierto que no todas las figuras se emplearon a fondo y algunos prefirieron reservarse para Lombardía. Hasta que la carrera no entró en su fase decisiva, los 23 kilómetros finales con la doble ascensión a Superga, lo único destacado fue la fuga iniciada a 20 km de la salida en San Giuliano Milanese. La protagonizaron Simone Andreetta (Bardiani-CSF), Guillaume Bonnafond (Cofidis), Patrick Lauk (Astana) y Grégory Rast (Trek-Segafredo), que llegaron a disponer de una ventaja máxima de cinco minutos y medio, siempre controlada por un pelotón comandado por los hombres de FDJ y Cannondale-Drapac.
ALAPHILIPPE PONE EL PICANTE
Ya absorbidos los fugados, la primera ascensión ofreció unas cuantos escarceos. Movistar Team fue el más madrugador, mandando por delante a Dayer Quintana y luego a Winner Anacona, que arrastró con él a Diego Rosa (Sky), Rein Taaramäe (Katusha) y David Gaudu (FDJ). A todos les pasó como una exhalación un Julian Alaphilippe que parecía más estar ya en los cinco kilómetros finales que en el primer paso. Coronó con un puñado de segundos, pero tras el descenso terminó por rendirse a la evidencia y se dejó atrapar. El medio centenar de supervivientes se tomó un respiro antes de que volvieran las hostilidades en cuanto comenzó la segunda y definitiva ascensión. Comandaba Luis León Sánchez (Astana) cuando saltó Rudy Molard (FDJ). Hasta él fueron llegando Fabio Aru (Astana), Egan Bernal (Androni), otra vez el joven Gaudu y Rigo Urán. El vencedor del Tour del Porvenir 2016 trató de dar continuidad al ataque de su compañero, pero se encontró con la furibunda reacción del colombiano de Cannondale, cuya arrancada no pudo seguir ninguno de los que iban delante. Muy similar a lo que hizo López el año pasado, prácticamente la misma zona e idéntico hueco que se antojaba muy difícil de recuperar. Lo intentaron Fabio Aru y -viniendo todavía desde más atrás- Adam Yates (Orica-Scott), que superó al campeón de Italia y por un momento dio la impresión de que aún podía haber desenlace británico antes de que en el kilómetro final se le acabase el gas. Lo mismo que a Nairo Quintana (Movistar Team), que trató de desbancar a Aru y colarse en el podio. Al final se mantuvieron las posiciones y Urán pudo relajarse para disfrutar sin nervios de una gran victoria. Superga sigue siendo territorio paisa. Yates, Urán y Aru. Sólo el colombiano del Cannondale-Drapac, tercero aquí en 2016, repitió podio.
Reacción algo tardía. Adam Yates aceleró en los dos kilómetros finales pero no llegó hasta Urán. Pello Bilbao sigue brillando. El vizcaíno del Astana probó fortuna con un ataque en el primer paso por Superga.
Inconformista. Julian Alaphilippe añade a su tremenda calidad una fantástica combatividad. 1º Rigoberto Urán (Cannondale-Drapac) 4h.24´51´´ 2º Adam Yates (Orica-Scott) a 10´´ 3º Fabio Aru (Astana) a 20´´ 4º Nairo Quintana (Movistar Team) a 28´´ 5º David Gaudu (FDJ) a 31´´