PREPARACIÓN FÍSICA
Chema Arguedas nos ayuda a no complicarnos con el potenciómetro.
La asignatura que tenemos pendiente es familiarizarnos con los datos más significativos de potencia, imprescindibles para valorar con objetividad un entrenamiento o una competición. Salvo que seas alguien que realmente tiene gran interés en profundizar entre los entresijos de la potencia y te hayas preocupado por obtener información sobre el tema, resulta muy habitual comprobar que muchos ciclistas que han adquirido el potenciómetro sólo se quedan con los datos más simples, que a la postre serán los que menos van a servir para valorar un entrenamiento y poder actuar en consecuencia. Lo más frecuente es que aquel que termina la salida y mira los datos finales en el ciclocomputador se vaya directamente a ver la potencia media que ha obtenido y, si se le da bien esprintar, el pico máximo de potencia que ha obtenido al apretarse en alguna arrancada. Bueno, este último dato sí puede ser útil a la hora de analizar determinados picos de potencia que ofrecen información de cara a configurar un determinado perfil de potencia, pero este es otra tema y no vamos a complicarlo más por el momento. Las posibilidades que ofrece un medidor de potencia a la hora de entrenar no tienen nada que ver con las que brinda un pulsómetro, esto ya lo hemos comentado en varias ocasiones. No hace falta que hagas un máster para que al menos puedas interpretar cuatro datos contados, que son los que te encuentras al descargarlos en el ordenador o en una aplicación. Y después, darle a cada uno de ellos la importancia que realmente tiene. No es necesario controlar al límite determinados software de entrenamiento, ya que muchos análisis se antojan excesivamente complejos y son más propios del estudio por parte de un profesional. Se podría decir que cualquier ciclocomputador de los que solemos utilizar aporta datos como los que te mostramos arriba. Un ejemplo de los más relevantes podría ser: Potencia media 160 W Potencia máxima 563 W Potencia normalizada (NP) 190 W Intensidad funcional (IF) 0,73 Training Stress Score (TSS) 118,9 Trabajo (KJ) 1.272 kJ Cadencia 79 rpm
POTENCIA MEDIA
Es el dato más sencillo de potencia y el primero que se suele mirar nada más terminar un entrenamiento. Sin embargo, es el dato que menos refleja el trabajo que ha supuesto la salida en su conjunto, salvo que haya sido un entrenamiento muy constante y sin apenas interrupciones en el esfuerzo. En este caso concreto, potencia normalizada y potencia media no suelen diferenciarse en exceso. La potencia media promedia todas las mediciones de potencia registradas durante la sesión, dividida por la totalidad de registros realizados. Puede darse el caso de obtener una potencia media no excesivamente alta, en unos valores de resistencia aeróbica, y sin embargo tu sensación del esfuerzo esté diciéndote que de eso nada, percepción que se siente mucho más identificada con el valor de la potencia normalizada, como veremos más adelante. Si haces una salida en la que ya comienzas con el gancho en el llano, a los pocos kilómetros subes un puerto en el que te dejas media vida y cuando llegas arriba, te das la vuelta y vuelves sobre tus pasos lamiéndote las heridas, sin apenas esfuerzo, cuando entres en casa y veas la potencia media y normalizada, la potencia media te dirá que eres un quejica y sólo te entenderá la potencia normalizada.
POTENCIA NORMALIZADA (NP)
Es el dato de potencia más fiable para valorar lo que ha supuesto el entrenamiento a nivel de esfuerzo. La potencia normalizada representa el coste fisiológico que realmente ha supuesto la salida. La potencia normalizada promedia los datos registrados, pero sin tener en cuenta las aceleraciones o picos puntuales elevados de potencia. Ello