Ídolo local
Pese a llevar dos años como profesional en un equipo de cierta entidad como Wilier, conjunto italiano de segunda división, Cristian Rodríguez (1995, El Ejido) todavía no había debutado en la carrera de casa. Este año, recién regresado a Caja Rural-Seguros RGA y con buenas piernas curtidas en una escapada de quilates rubricada durante la Volta a la Comunitat Valenciana, tenía una gran oportunidad de brillar ante su público. Siendo como es Almería una prueba llana y él un escalador de raza, la forma de hacerlo estaba clara: coger la fuga y buscar la clasificación de la montaña. "Fue una fuga fácil de coger comparada con la de Cocentaina -nos explica-. Arrancó de salida Dries de Bondt y los demás fuimos saltando a por él antes de que los World Tour cerraran los huecos". Quedaron siete en cabeza: el neo Marc Buades (Fundación Euskadi), uno que venía de completar Murcia como Diego Rubio (Burgos BH), Maxim Belkov, Axel Journiaux, Rob Britton, De Bondt y nuestro protagonista. En el primer paso puntuable para la montaña, el repecho de Cuesta Blanca en cuya cima le esperaba entusiasmada su familia, Rodríguez comprobó que tendría un rival duro en el efervescente galo Journiaux, que le ganó la mano en ese y en los dos siguientes puertos. "Él era más rápido que yo, pero arrancaba muy tarde", analiza el ejidense. "Por eso decidí que en el último puerto, Sierra Alhamilla, atacaría desde lejos". Dicho y hecho. "Arranqué y me siguieron todos, así que paré. Arrancó otro y al francés le costó responder... así que volví a probar yo". Tuvo suerte. "Belkov se metió a mi rueda y evitó que Journiaux fuera segundo". Gracias a eso subió al podio, donde el público le aclamó como a un ídolo. Esa tarde recibió tantísimos mensajes, tantísimas llamadas, que tuvo que "dejar el teléfono lejos para desconectar. Esta actuación me aporta confianza y muchísima motivación", contaba feliz a la mañana siguiente.