PRESENTACIÓN COLNAGO C64
La esperada sucesora de la exitosa C60.
Dos años han estado los ingenieros de Colnago dando forma y fibra a cada milímetro de los tubos de la nueva C64, que en 2018 ve la luz y que desde ya está a la venta. Lo han rediseñado todo por completo, salvo por su tradicional concepto del uso de racores, ahora todos de pétreo carbono unidireccional. La C64 ha nacido en base a las nuevas tendencias de neumáticos de mayor balón, tanto para uso con frenos de disco como a la llanta. Obviamente, la aplicación de frenos de disco siempre permite un rango mayor de paso de rueda, pero las versiones de frenos a llanta ya soportan hasta casi 30c por lo que pudimos medir -28c nominales-, usando puentes de anclaje Direct Mount y elevando la horquilla 5 mm que luego se compensan geométricamente. La versión disco está unos 15 gramos por encima de su homóloga de frenos a llanta, cuyo cuadro en talla 56 queda por debajo de los 900 gramos. Como es habitual en la marca, la C64 llega con 14 tallas: 9 con sloping (42, 45, 48, 50, 52, 54, 56, 58 y 60) y otras cinco añadidas con una concepción ligeramente más relajada, algo más altas y cortas, aplicadas a las tallas 48, 50, 52, 54 y 56.
RIGIDEZ BRUTAL
La bici tiene un trabajo impecable, más allá de sus hipnóticas decoraciones en las que, como de costumbre, se juega con los grandes volúmenes pintados de los racores para dejar el carbono visto en los tubos en la mayoría de diseños. Es la primera vez, seguramente porque hasta ahora tampoco les interesara demasiado enseñarlo, que Colnago nos muestra pieza por pieza y en bruto el cuadro entero¼ y es que el pedalier internamente es en sí mismo toda una obra de ingeniería llena de detalles, refuerzos y rebajes con una precisión y minuciosidad total a medida de cada talla. El comportamiento de la horquilla es excepcional y lo que se espera de una Colnago: rígida hasta lo radical¼ aunque ellos no renuncien a hablar de cierto grado de confort. Aprovechando el rebaje frontal que han aplicado al tubo de dirección para poder guiar internamente los latiguillos de los frenos en el caso de la versión disco -y que para aprovecharlo hay que usar su potencia específica-, han reforzado el interior con una pared interna que lo atraviesa por la mitad, de arriba hasta abajo, y que se sella con la base de la horquilla. El resultado final es como si la horquilla fuera maciza, pesa tan sólo 355 gramos con punteras full carbon en ambos casos y, eso sí, implica montar su propia dirección Across que se ajusta sin expansor dentro del tubo. Es la misma dirección usada en el modelo Concept y, aunque sus compuestos plásticos y elastómeros aplicados anuncien cierto grado de absorción de las vibraciones, notarse no se nota mucho que digamos¼ y de ser así, no podemos imaginar cómo sería si no la llevara y la rueda delantera se notase aún más en el manillar. Es, sin lugar a dudas, una de las bicis más avanzadas y competitivas a las que nadie puede aspirar.