AL DETALLE
En estos últimos años la tecnicidad de las prendas ciclistas de invierno ha ido creciendo con la incorporación de prestaciones que hace no tanto nos hubieran parecido de ciencia ficción. La clave de esta evolución ha estado en las membranas impermeables/transpirables capaces de añadir protección frente al viento y la lluvia manteniendo a su vez la capacidad de expulsar el sudor que genera el ciclista. Sin embargo, estas membranas encuentran en nuestro deporte un importante problema en el equilibrio entre esos parámetros. Al ser el ciclismo un deporte de actividad intensa la transpiración producida es alta. La manera de priorizar ésta es disminuir la impermeabilidad. Es por ello que las condiciones de lluvia intensa aún seguían siendo problemáticas. Para responder a esta necesidad, Gore, la firma estadounidense que creó este tipo de membranas con su famoso Gore-Tex que revolucionó el mundo de la montaña, ha desarrollado Gore-Tex Shakedry, una nueva versión en la que la membrana no se lamina sobre el tejido de la prenda sino que la prenda es la propia membrana que en su parte exterior cuenta con propiedades hidrorepelentes para acrecentar la protección contra la lluvia. En el interior se mantiene una fina capa de tejido cuya única misión es proporcionar un tacto confortable. Al eliminar el tejido adyacente lo que se consigue es quitar barreras al sudor que ha de ser expulsado, con lo que se mejora la transpiración. Para la puesta de largo de esta nueva membrana Gore utiliza su firma de prendas deportivas Gore Wear, que cuenta con dos productos ciclistas que la incorporan. Nosotros hemos probado el chubasquero C5 que tuvo que soportar tres horas de lluvia intensa en la presentación de la Canyon Grail por las montañas cercanas a Niza que podéis leer en este mismo número. Como ocurre en todos estos eventos, el ritmo de la ruta fue vivo con momentos de importante intensidad. La temperatura se mantuvo en torno a los 10 ºC y ascendimos hasta más de 1.200 m de altitud. Al llegar al final del recorrido es increíble quitársela y ya no sólo que ni una gota de lluvia haya penetrado en el interior, sino que la chaquetilla térmica de entretiempo que llevábamos debajo se encontraba completamente seca de sudor. Hay que probarlo para creerlo ya que hasta ahora no habíamos encontrado una prenda con tal nivel de transpiración, sobre todo, si tenemos en cuenta que la temperatura no fue excesivamente baja con lo que la sudoración aumenta. Tampoco tuvimos necesidad de abrirnos la cremallera en ningún momento. Sin duda, un trabajo sobresaliente por parte de Gore. En cuanto a la chaqueta C5 en sí, mencionar que dispone de un patronaje bastante bien estudiado, que se adapta como debe a la posición del ciclista en la bici. Aparte, esta nueva versión de la membrana hace olvidar aquellos Gore-Tex casi rígidos y cuenta con una ligera elasticidad que facilita que se ciña bien al cuerpo. Únicamente criticaríamos, por citar algún detalle, la posición del bolsillo trasero, que se ubica en el faldón por lo que queda expuesto a la suciedad -pese a contar con cremallera- y resulta poco intuitivo acceder a él. Una pequeña tira de velcro mantiene bloqueada la parte superior de la cremallera y hay que destacar el buen diseño de los puños, que se ajustan a la muñeca sin apretar y sin la complejidad de utilizar velcros o elásticos. Ahora sólo queda esperar y ver cómo las distintas marcas del sector incorporan el GoreTex Shakedry en sus productos y, sobre todo, comprobar los usos que pueden conseguir con ella ya que, sin duda, estamos ante un importante salto de calidad que seguramente podremos disfrutar en las gamas de la próxima temporada. De momento, a nosotros ya nos está alegrando este lluvioso final de invierno que estamos sufriendo.
GORE WEAR C5 1985 VIZ
Precio: 299,95 €
Tallas: S a XXL
Colores: Amarillo/negro, rojo/gris
Distribuidor: Gore Wear, 00800 4508 4508
Web: www.gorewear.com