SCOTT ADDICT RC 15 DISC
La versión con frenos de disco de la bici escaladora de Scott es apta para un amplio rango de usuarios potenciales por su estabilidad y comportamiento predecible, aunque no renuncia a los genes de las Addict.
La versión con discos de la bicicleta más escaladora de la marca.
Scott introdujo los discos en su Addict de carretera en su catálogo de 2017 -estuvieron disponibles antes en la versión de gravel y también en la de ciclocross que probamos hace un par de años-, aunque en su gama actual ha cambiado su denominación añadiendo el apellido RC para diferenciarla de la Addict, un cuadro nuevo con el que ha cubierto la desaparición de los modelos Solace y CR1, que estaban enfocados al segmento gran fondo. Las principales diferencias entre la RC y su hermana, además de que la versión cicloturista utiliza un proceso menos complicado en la elaboración del cuadro, ya que se ensambla en 3 piezas en vez de a partir de 7 como el RC, las encontramos en la geometría: la nueva Addict tiene una pipa 25 mm más alta, es 8 mm más corta de alcance y ligeramente más larga entre ejes -casi medio centímetro-. En resumen, la Addict es más recomendable para los que prioricen la comodidad porque con ella será más fácil obtener una posición más erguida sin llenar de separadores el tubo de la horquilla bajo la potencia. Sin embargo, los que busquen el carácter de una bici que lleva una década presumiendo de ser el conjunto cuadro/horquilla más ligero del mercado, encontrarán en la RC una bici en la que, sin dejar de lado su característica aceleración y buenas prestaciones cuando el terreno se empina, Scott ha conseguido un comportamiento global equilibrado gracias a los 5 mm que miden más las vainas respecto a la versión para frenos tradicionales, con la que comparte un ángulo de horquilla -72,5ë- más abierto que el de otras bicis deportivas y que es el responsable de la sensación de confianza que transmite en las bajadas.
EXPERIENCIAS
La RC Disc está disponible en cuatro montajes, las versiones Ultimate y Premium fabricadas con carbono HMX y las 15 y 10 con HMF, una fibra de carbono de menor módulo que da como resultado cuadros y horquillas que pesan en conjunto en torno a 100 gramos más que las versiones superiores. De cualquiera manera, el cuadro de nuestra 15 de prueba declara 925 gramos, uno de los más livianos que podemos encontrar. Con ella hemos recorrido casi 1.500 kilómetros por nuestras zonas habituales y, esta vez aprovechando el Campus Joseba Beloki-Ciclored, el interior de Alicante, un lugar por donde hemos rodado asiduamente los últimos meses, utilizándola para afrontar dos mitos de la zona: Serra de Bernia y Serra Gelada, ascensiones durísimas con muchas rampas de porcentajes superiores al 20% -incluso cercanos al 30%- y con un denominador común: un piso en pésimas condiciones, en los que se alternan asfalto y hormigón, o, en el caso de Bernia, directamente con tramos de tierra. De su capacidad escaladora no dudábamos, menos con la socorrida corona de 30 dientes que incluye; pero donde más partido
la hemos sacado es en los descensos de estos dos colosos. Habíamos leído malísimas experiencias, incluso de compañeros que tenían que bajar tramos andando por la imposibilidad de las zapatas de detener la bici, por lo que los afrontamos con muchísima cautela. Sin embargo, gracias a los discos de 160 mm, a las cubiertas Continental de 28 mm -casi 30 reales por la anchura interior de 19 mm de las llantas Syncros RP2.0 Disc- y al menor esfuerzo que supone frenar con discos hidráulicos respecto al tradicional cable, pudimos afrontar las bajadas con seguridad. Eso sí, deteniéndonos un par de veces para descansar los antebrazos y refrigerar los discos. En nuestras rutas por el sur de Madrid, varias por encima de los 150 km, se había mostrado tan ágil en los repechos como la versión sin discos que probamos para Bicisport hace un año, unas sensaciones que ratificamos en puertos más largos como Tudons o Rates. Lo que no podemos obviar es que nos gustaría reducir su peso, que se acerca a los 8 kg y reduce esas sensaciones de reactividad. Hemos probado con otras ruedas más ligeras y otra combinación de neumáticos -los Grand Sport Race de serie son muy cómodos y dan confianza por su agarre, pero pesan cada uno cerca de 330 gramos- y es muy sencillo dejarla por debajo de los 7,5 kg, aunque nuestra recomendación es aprovechar las robustas Syncros RP2.0 Disc, que además vienen de serie preparadas para utilizar neumáticos tubeless, y buscar unas cubiertas más ligeras de 25 mm. Conocíamos ya el sillín RR 2.0 que es, creemos, adecuado para este tipo de bicis por su superficie completamente plana, ofreciendo un apoyo suficiente cuando vamos acoplados a la parte baja del manillar, aunque es cierto que para los más ruteros puede ser demasiado estrecho. Hemos tenido la oportunidad de probar el nuevo Ultegra R8000 en varias de las últimas bicis que han pasado por estas páginas, aunque aún no habíamos tenido un contacto profundo con la versión Di2 con discos. Sin afán de repetirnos, nos cuesta mucho encontrar diferencias con su hermano mayor, sobre todo ahora que ha heredado unas manetas que -¡por fin!- tienen unas dimensiones similares a las mecánicas para frenos tradicionales. Es el grupo ideal para una bici que nos ha permitido disfrutar con comodidad en rutas largas y seguridad en descensos técnicos, sin lastrarnos en nuestros típicos piques de grupeta. Sí, nos gustaría que fuese un poco más ligera, pero supondría aumentar la factura para conseguir una mejora poco razonable para el perfil medio del cicloturista.