JASHA SÜTTERLIN

Sonriente y juvenil, Jasha es un auténtico rara avis: alemán en un equipo español, sueña con las clásicas dentro de un conjunto concebido para las grandes vueltas.

El alemán del Movistar Team visita nuestro último kilómetro.

NO CONOCÍA MUCHO ESPAÑA ANTES DE FICHAR POR MOVISTAR. Había estado en unas cuantas concentraciones con la selección alemana en Alicante y Mallorca, pero poco más. He aprendido el idioma desde cero. No hablo un castellano impecable, pero logro comunicarme bien con mis compañeros.

AL PRINCIPIO NOTÉ UN POCO DE CHOQUE CULTURAL. Los dos primeros años me sentía muy nervioso cada vez que me juntaba con el equipo y creo que fui demasiado tímido. Ahora sí que me encuentro como en casa. Me extrañó, sobre todo, lo diferente que es el carácter alemán, tan puntual y milimétrico, y el español, que es mucho más relajado. "No pasa nada", "vamos bien de tiempo", todo eso... A día de hoy sigo siendo muy alemán en casa, pero cuando estoy con el equipo ya me comporto de forma española. Y tan a gusto.

ALEJANDRO VALVERDE ES EL CICLISTA MÁS IMPORTANTE DEL EQUIPO. No es sólo que sea un ganador nato y un excelente capitán en carrera, también está todo lo que aporta fuera de la carretera. Es un gran amigo y una gran persona: siempre está feliz, sabe controlar sus nervios, es amable con todo el mundo y genera un ambiente buenísimo con sus bromas y simpatía. Creo que se nota desde fuera: cuando él está en carrera, los ciclistas de Movistar Team rendimos un par de puntos por encima de nuestro nivel normal.

ME SIENTO MUY CERCANO A ERVITI Y BENNATI. Estamos en contacto permanente porque somos el mismo tipo de ciclista: enamorados de las clásicas y capaces de tirar durante muchísimos kilómetros para nuestros líderes en el llano. Nos diferencia que Daniele es más rápido que yo e Imanol, más inteligente. Siento que Jorge Arcas y yo somos sus herederos dentro de este equipo. También está Nuno Bico, otro buen gregario con el que paso mucho tiempo porque su inglés es perfecto. Texto Fran Reyes Foto Roberto Bettini/Bettini Photo

SUEÑO CON LAS CLÁSICAS. Quiero ganar carreras como Roubaix, Flandes, Gante-Wevelgem... Y también creo que puedo llegar a ser campeón del mundo contrarreloj. Tengo que trabajar muy duro para lograrlo, sí, pero siento que estoy progresando bastante como ciclista y que en los próximos tres años completaré mi evolución para convertirme en un ganador. Espero estar muchísimos más años en Movistar Team para ayudar al equipo en las vueltas y que me ayude en las clásicas.

LOS MOVISTAR SOLEMOS JUNTARNOS EN EL AUTOBÚS POR LAS NOCHES. Es una costumbre que tenemos los ciclistas para compensar el poco tiempo que podemos pasar juntos después de las carreras. A veces, las horas entre que cruzas la línea de meta y te sientas a cenar son muy estresantes. Por eso, cuando terminamos de comer nos reunimos en el autobús para estar juntos dentro de una atmósfera privada y disfrutar de un café tranquilo. Hablamos de la carrera, sí, pero también un poco de todo.

ME CRIÉ EN EL EQUIPO THÜRINGEN ENERGIE. Se trata de un Continental íntegramente sub23 que existió en Alemania entre 2008 y 2013. En él se formaron Tony Martin, John Degenkolb o Marcel Kittel, entre otros. El director era un preparador excelente, con un método fantástico que integraba carretera y pista, lo cual nos permitía entrenar también en invierno. Todos los ciclistas vivíamos en una casa en Erfurt donde no nos faltaba de nada: hasta teníamos la posibilidad de recibir masaje dos días por semana. Estuve en el equipo tres años. Mi mejor actuación a nivel individual fue apuntarme dos etapas en el Giro della Valle d’Aosta en 2013. Eran mis últimas victorias hasta que la pasada temporada me llevé una etapa en la Vuelta a Madrid.

VIVO A CABALLO ENTRE ALEMANIA E

ITALIA. Me crié en Friburgo, una ciudad alemana cerca de la frontera con Suiza de un tamaño similar a Valencia. Todavía tengo casa allí, de hecho, porque es un lugar perfecto para entrenar ya que ofrece terreno llano, repechos e incluso subidas largas. No obstante, también paso mucho tiempo en Italia. Mi familia tiene un piso en la montaña, a una hora en coche de Nápoles, donde solíamos pasar las vacaciones de verano cuando yo era pequeño. En el apartamento de abajo vive una chica a la que conozco desde que tenía cinco años. Desde hace cuatro meses es mi novia.

TENGO SIETE TATUAJES. Desde muy pequeño me atraía la posibilidad de colorear mi piel, aunque doliera. Al fin y al cabo, la bici también duele... [ríe] El primer tatuaje me lo hice para celebrar mi fichaje por Movistar Team. De todos los que llevo, el más especial es uno que luzco en el antebrazo. Es una bicicleta con el texto 'This is my story' -'Ésta es mi historia'-. Llevo desde los diez años compitiendo con la bici y no entiendo mi vida sin ella.

CON 18 AÑOS ME APUNTÉ AL

EJÉRCITO. En Alemania hay una rama deportiva dentro de las fuerzas armadas. Los que nos inscribimos no recibimos ningún tipo de instrucción militar, pero sí tenemos que acreditar que somos deportistas de alto nivel y presentarnos a determinados eventos. A cambio recibimos un pequeño salario. Estuve en ese programa hasta que firmé con Movistar Team.