Una San Remo que vale por un Porsche
Antes de la Classicissima, Vincenzo Nibali había hecho una apuesta con su mujer: "Si gano, te compro un Porsche". Rachele, sin apenas escucharle, respondió que "total, si no la vas a ganar". La Primavera le va a salir cara al del Bahrain-Merida. Pero también le ha dado una de las carreras seguramente más difíciles a su alcance. Así lo manifiesta Felice Gimondi, vencedor como él de las tres grandes y de Milán-San Remo, que logró luciendo el maillot arcoíris. "Ahora ganar el Tour de Flandes será más fácil para él -opina la leyenda italiana-. Hace bien yendo y disputándola, conquistar San Remo era más complicado por sus características". Para Gimondi, "ha sido una exhibición de otro tiempo. Nibali ha entrado definitivamente en el club de los grandes. Me he emocionado viéndole, ha estado magnífico. La San Remo la tiene que vencer un campeón y él lo es". El próximo gran objetivo de Nibali será precisamente el Tour de Flandes. "Las carreras de un día son especiales para mí, pero se me hace difícil encajarlas en mi preparación para las grandes". Aun así las ha incluido en su programa cada año y el esfuerzo le ha devuelto grandes frutos. Le queda una cuenta pendiente: "Probar a ganar la Lieja". Es su siguiente gran objetivo, además del Tour y el Mundial de Innsbruck, al que tantas ganas le tiene. Y para el futuro, el Tiburón ya deja caer que quiere morder el pavés. "La París-Roubaix es la carrera que más me gustaba de pequeño, pero soy honesto conmigo mismo y no sé si es una prueba que se me adapte".