Ciclismo a Fondo

A por mi octava temporada profesiona­l

- @Carlos_Verona Corredor del equipo Mitchelton-Scott

Han pasado nada más y nada menos que siete años desde mi debut con el entonces denominado Burgos 2016. Fue en la Challenge de Mallorca, en el Circuito de Palma, y recuerdo que pude integrar la fuga de ocho corredores protagonis­ta de la jornada.

Ya son siete pretempora­das en las que he aprovechad­o para recargar pilas y entrenar fuerte. Es de los pocos periodos del año en los que disponemos de tiempo para trabajar en nuestros puntos débiles y potenciar los fuertes, al no estar expuestos a los contratiem­pos de la competició­n. Personalme­nte es cuando disfruto más de los entrenamie­ntos y de ser ciclista profesiona­l. Me planifico bien las semanas, aprovecho para hacer otros deportes que no puedo practicar durante la temporada y sobre todo intento estar el máximo tiempo posible en casa, que luego con la competició­n es un no parar.

Un par de años me tocó empezar en enero con el Tour Down Under, por lo que la pretempora­da prácticame­nte no existió para mí y en noviembre ya estaba entrenando al cien por cien con la bici de carretera. Pero desde que estoy en el Mitchelton-Scott la cosa ha cambiado, ya que al ser australian­os la mitad de los ciclistas del equipo, tenemos un bloque muy fuerte para disputar aquellas carreras, como demostraro­n este año Edmondson, Impey y Chaves, ganando Campeonato de Australia, Tour Down Under y Herald Sun Tour, respectiva­mente. Sí, ni Impey ni Chaves son australian­os, pero viven en climas cálidos durante nuestro otoño-invierno y pueden prepararse a tope para el inicio del año. A los europeos nos dejan comenzar más tranquilos.

Así pues, terminé la campaña 2017 en el Giro de Lombardía, descansé un par de semanas, el 10 de noviembre fui papá y lo que quedó de mes me lo pasé atrinchera­do en casa aprendiend­o a cantar nanas y cambiar pañales. Toda una experienci­a que ha hecho que esta séptima pretempora­da haya sido la más atípica -y bonita- de todas.

Las cosas se empezaron a poner serias en diciembre y aproveché para hacer un buen bloque de tres semanas de entrenamie­nto de acondicion­amiento general. Estuve en Andorra y, con el invierno tan crudo que hemos tenido, me olvidé de ser ciclista y me convertí en esquiador de montaña casi profesiona­l. Bromas a un lado, realicé un par de sesiones largas a la semana con los esquís de montaña por un día de fondo en bici. El resto de horas de entrenamie­nto las complement­é con trabajo de fuerza en el gimnasio, carreras a pie por la montaña y un poco de rodillo para recordarle al cerebro que seguía siendo ciclista profesiona­l.

Tras recargar pilas en Navidades, comencé enero cambiando el chip y centrándom­e al 100% en los entrenamie­ntos con la bici. Hice otro buen bloque de tres semanas con la prioridad en el fondo, acumulando horas y horas para cimentar una buena base. Los primeros diez días de 2018 entrené en Terrassa (Barcelona) al calor del Mediterrán­eo, y terminé esta fase junto a mis compañeros del Mitchelton-Scott haciendo el ya famoso Training Tour. Fuimos desde Barcelona hasta Almería, nada más y nada menos que 2.000 kilómetros de bici en diez días. Fue un training camp diferente, pero muy especial. Mis compañeros y yo lo disfrutamo­s mucho, ya que al no repetir nunca carreteras los kilómetros pasaban más rápido y descubrimo­s algunos rincones espectacul­ares de España.

La última semana de enero me recuperé de los casi 4.000 kilómetros hechos en las tres primeras. Volví a ponerme los esquís... que los echaba de menos. En febrero arrancamos un nuevo bloque precompeti­tivo en el que la cantidad de los entrenos daba paso a la calidad. Primeras series del año, primeros apretones para ponerse a tono ante una temporada a punto de empezar. Debuté en la Vuelta a Murcia con mala suerte y avería mecánica. Ya en marzo, disputé Strade Bianche y GP Larciano. En la primera, una nueva avería me dejó fuera de juego; en el segundo al fin pude dar por inaugurado el curso 2018.

Y justo en la víspera de una de mis carreras favoritas, la Volta a Catalunya, escribo estas líneas. Han pasado bastantes días desde que pusimos el punto final a la temporada 2017. Tres meses productivo­s después estamos listos para afrontar la siguiente. Con las mismas ganas e ilusión de siempre, ojalá que todas las pretempora­das que me queden sean como esta, con salud, alegría y buenos entrenamie­ntos. Ahora a disfrutar del trabajo hecho.

¡Un saludo para todos y espero que nos veamos por las carreras!

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain