REFERENCIA
Si hay una marca de bicis que encarna el ideal americano esa puede ser perfectamente Trek. Una reflexión a la que llegamos el año pasado tras visitar su sede central de Waterloo, un pequeño pueblo de Wisconsin a medio camino entre Milwaukee y Madison, ciudades en las que habitaban sus fundadores, donde pudimos descubrir una zona completamente rural de Estados Unidos en la que pocos esperarían encontrar una de las firmas de referencia de las dos ruedas. Una sencillez y una lógica que Trek transmite a sus creaciones primando la función sobre cualquier otro parámetro y en donde lo importante es toda la tecnología que esconden sus cuadros, frente a diseños llamativos o una gran promoción. Una apuesta arriesgada en este mundo en el que la imagen es esencial, pero que a cambio ha garantizado a Trek un público completamente fiel a sus bicis.