Salvados por la campana
Podemos dar gracias de cómo ha terminado la cosa. Si hemos de ser sinceros, los españoles tenían pocas posibilidades de ser protagonistas. En lo que a parciales se refiere lo fiábamos sobre todo a una posible cabalgada del único killer con libertad para meterse en cualquier corte: Rubén Plaza. De hecho, eligió el día de Prato Nevoso para echar toda la carne en el asador y a punto estuvo de dar en la diana. Markel Irizar, que también disponía de plena libertad en Trek-Segafredo, lo intentó en un par de jornadas. Más difícil lo tenían Luis León Sánchez y Pello Bilbao, en principio supeditados a las aspiraciones de Superman López, Mikel Nieve atado a Simon Yates y David de la Cruz a Chris Froome. Al final la debacle de Yates otorgó vía libre al navarro para que nos salvara de la quema un año más. Desde 2014 no nos quedamos en blanco. Peor aún lo llevábamos de cara a la clasificación general. Opciones de ganar el Giro no había ninguna, pero al menos hemos contado con un representante en el top ten gracias al enorme Giro realizado por Pello Bilbao, que aun teniendo que ejercer en Astana de último hombre para López ha sabido capear el temporal y aguantar en la pelea para terminar en un dignísimo sexto puesto. A David de la Cruz, por otra parte, le cupo el honor de ser el único español en subir al podio final de Roma gracias a la victoria por equipos del Team Sky.