TOUR DE CALIFORNIA
Tres sprints victoriosos de Gaviria y dos zarpazos en las jornadas montañosas del vencedor absoluto, Egan Bernal, convirtieron la ronda californiana en un festival del ciclismo cafetero.
Colombia arrasa con Egan Bernal y Fernando Gaviria.
Poco le ha durado a Julian Alaphilippe el ser el vencedor más joven del Tour de California. El siguiente cambio generacional está llegando con una precocidad que asusta. Recién fichado por Team Sky, el 2018 que se está marcando Egan Bernal, la joven perla colombiana de sólo 21 años, está siendo de matrícula de honor. Se va a comer el mundo, decían quienes le conocían cuando aterrizó en Europa hace un par de temporadas. Sin cumplir todavía los 20 destacó lo suficiente en las filas del Androni como para que Sir David Brailsford tuviera claro que no iba a dejarlo escapar. En estos meses de enero a mayo no ha confirmado las expectativas más optimistas: las
ha dejado cortas. Dominador en el estreno de una Colombia Oro y Paz que ansiaban todos sus paisanos consagrados como Quintana, Urán y compañía. En Cataluña, donde fue el único capaz de no perderle la cara al enrachado Valverde, una caída le bajó del podio. Regresó en Romandía, donde sólo le apartó de la victoria otro que anda sin cadena, Primoz Roglic. Y en la 13ã edición de la carrera estadounidense se salió del mapa, conquistando su 1ã vuelta World Tour.
IMBATIBLE GAVIRIA
El festival colombiano lo comenzó Fernando Gaviria en Long Beach, dominador en las llegadas masivas de un ronda californiana con una nómina de velocistas que asustaba. Basta enumerar los cuatro que se clasificaron detrás del Misil de La Ceja: Ewan, Sagan -primera vez que el eslovaco se queda en blanco después de ocho participaciones consecutivas en las que al menos se impuso en una etapa-, Kittel y Kristoff. También andaba por allí un tal Cavendish, en horas bajas eso sí. Con cuatro puertos de tercera y final en la cima de Gibraltar Road (HC), en la segunda jornada había terreno de sobra para que los aspirantes a terminar de amarillo en Sacramento presentaran sus credenciales. Es lo que hizo Bernal. Con su ataque a 2 km de meta, le pegó un buen mordisco a todos sus rivales: 21 segundos a Majka; 25 a Adam Yates; 30 a Tolhoek, Martínez y Durasek; 40 a Frank; y 50 a un Van Garderen que le arrebataría el liderato en la contrarreloj. Previamente se disputó la ya tradicional etapa con el espectacular final en Laguna Seca, que en esta ocasión se anotó el letón Toms Skujins (TrekSegafredo). Llegó al circuito escapado con el estadounidense Sean Bennett, descolgándole en el mítico Sacacorchos.
Van Garderen renació en la crono de San José. No sólo ganó el parcial, sino que le endosó 1'23'' al emergente escalador colombiano en su día menos súper y dejó la carrera pendiente de sentencia hasta el penúltimo día, 122 kilómetros con hasta 7 ascensiones y final en South Lake Tahoe, donde Bernal, con la ayuda de otro de los imberbes del Team Sky, un sensacional Tao Geoghegan Hart -3ë en la crono y en la jornada decisiva después de realizar una gran labor de equipo-, terminó de dinamitar la carrera. Egan ganó con exhibición en solitario su segundo parcial y le devolvió la pelota a Van Garderen, aventajándole en 1'38''. La general quedaba sentenciada. Gaviria, que había repetido en Elk Grove, completó el triplete en Sacramento. En el podio final, Van Garderen y otro jovencito -22- de la imparable hornada colombiana, Daniel Felipe Martínez (Education First), escoltaban al flamante Egan Bernal, a quien todo apunta que veremos debutar en grandes vueltas nada menos que en el próximo Tour de Francia, según las intenciones del Team Sky adelantadas por su agente.