¡Que vuelvan los pelotones de 200 ciclistas!
Como la mayoría sabréis, durante 2018 la UCI está aplicando una nueva norma que obliga a los equipos profesionales a alinear 7 corredores -en vez de 8- en todas las carreras World Tour y a 8 corredores -en vez de 9- en las tres grandes vueltas. La razón que se alegó para propiciar el cambio en la normativa fue que con un pelotón más pequeño, con un máximo de 176 corredores en lugar de los 198 corredores que eran habituales en las grandes vueltas, habría menos caídas.
Desde mi punto de vista, esta diferencia de 22 corredores menos no supone ningún avance en la seguridad de los ciclistas en las carreras, ya que el 99% de las caídas se producen en la parte delantera del grupo, que es donde se lucha por la posición, y esto sucederá igual con un pelotón de 100, 176 o 198 corredores. Si queremos que nuestras carreras sean más seguras, lo que hay que hacer es señalizar mejor los obstáculos que nos encontramos en el trazado de las mismas, como las isletas, los baches o las curvas peligrosas.
Ahora bien, entiendo, y me parece adecuado, que se reduzca el número de ciclistas por equipo. En primer lugar, creo que esta reducción favorece al espectáculo, ya que las carreras son más difíciles de controlar y se abren nuevas oportunidades para las fugas, para ataques épicos o incluso alianzas
estratégicas entre formaciones rivales. Y en segundo lugar, porque creo que reduciendo el número de corredores por equipo conseguiremos rebajar los presupuestos de estos, para así permitir que nuestro deporte resulte más asequible para las empresas que deciden apostar por el ciclismo como inversión en marketing y publicidad. Es por ello que opino que el número de corredores por equipo debería reducirse hasta en 5 y 6 componentes por cada uno en el futuro.
Lo que no entiendo, y me parece inadmisible, es que no se esté aprovechando la oportunidad de invitar a más equipos al Giro de Italia, al Tour de Francia y a la Vuelta a España -podrían sumarse hasta tres más por carrera-, para compensar el menor número de ciclistas por equipo. Estas nueve invitaciones que se están desaprovechando suponen perder la oportunidad de que nueve equipos Continentales Profesionales puedan justificar un año completo de patrocinio con su aparición en cualquiera de las tres grandes. El coste de oportunidad de la nueva norma es demasiado caro para el ciclismo profesional y sigo sin entender cómo hemos podido llegar hasta aquí. Nos han hecho un ERE en toda regla, pero no sólo a los corredores, sino a toda la industria del ciclismo.
Dicho esto, aún tengo confianza en que a quien le corresponda ponga un poco de sentido común, revoque esta situación y lo más pronto posible recuperemos nuestro pelotón de 200 corredores en el Giro, el Tour y La Vuelta. Será mejor para los equipos y los ciclistas porque habrá más trabajo; para los organizadores porque tendrán más mercados a los que llegar; y para los aficionados porque verán más espectáculo. O al menos... ¡eso creo yo! Un saludo para tod@s.