Zapatillas Northwave Revolution
Los más veteranos seguro que recordaréis el nombre de Revolution, utilizado por Northwave hace quince años en unas zapatillas con tres velcros y con la parte superior muy ventilada. Para esta temporada, la marca italiana ha recuperado este nombre mítico en unas zapatillas que son, junto a las Extreme GT, la principal novedad de una gama que sigue teniendo como referencia a las Extreme RR, la elección de profesionales como Alexander Kristoff, Roman Kreuziger y Louis Meintjes. Las nuevas Revolution heredan algunas soluciones de la tope de gama, como el característico cable del resistente material Dyneema, aunque se ha apostado por un diseño tradicional en vez de unir una estructura en X como en los modelos superiores. Este diseño obliga a utilizar lengüeta, que en el caso de estas Revolution cuenta con un acolchado muy generoso, y, al prescindir del soporte de las tiras X-Frame, a utilizar dos diales SLW2 exclusivos de Northwave para asegurar la sujeción del pie. La primera sensación al calzárnoslas es la marca de la casa de los de Treviso, absoluta comodidad sin zonas de presión y una horma ligeramente más ancha de lo habitual que deja mucho espacio libre en la zona de los dedos. Las hemos probado en la transición entre la primavera y el verano, con jornadas de más de 30 grados, y nos ha gustado mucho la malla para refrigerar la zona interna de la parte delantera, tanto que quizá sería una buena idea aumentar su tamaño o incluir un panel más en otra zona de la zapatilla.
BUENA VENTILACIÓN
El ajuste de los diales SLW2 es sencillo, incluso en marcha, aunque, si estás acostumbrado a otros diales de un grosor mayor, necesitarás un aprendizaje de un par de salidas para acostumbrarte a su delgadez. La inserción del carbono en la zona de la cala -compatible con Speedplay mediante el adaptador específico que reduce la distancia con el pedal- ofrece rigidez al pisar con fuerza el pedal, aunque el detalle que más nos ha gustado de la suela son las dos aberturas en la parte trasera, que refrigeran con eficacia la planta del pie. También nos ha convencido el soporte del arco plantar que incluye la plantilla y contribuye a eliminar espacios entre la suela y el pie, reforzando así la sensación de transmisión de potencia al pedalear, mientras que la sujeción del talón es suficiente. El peso es su única cualidad a mejorar, aunque los cicloturistas deberían estar dispuestos a este pequeño sacrificio para mantener sus acolchados, que aseguran comodidad en las rutas de varias horas.