Carta abierta de Peio Goikoetxea
Hola a todos. Arranqué esta temporada con todas las ganas del mundo y para quedarme en esto mucho tiempo, pero no ha salido como había querido o previsto. A mediados de abril me empecé a sentir bastante mal durante la disputa del Tour de Finisterre y Tro Bro Leon en Bretagne. Desde entonces he pasado por distintos médicos y especialistas mientras veía cómo transcurría la temporada delante de mis ojos sin poder ni siquiera participar en las carreras que había preparado con mimo. Hice una nueva intentona de coger la forma para probar suerte y poder disputar alguna carrera, pero comprendí que ya no competiría más en 2018: no podía ni siquiera entrenar. El malestar era continuo y los pinchazos en el costado, cada vez más habituales. Tras muchas pruebas analíticas e historias dieron en el clavo. Resulta que el riñón izquierdo no funcionaba por culpa de una estenosis que lo había obstruido desde hace tiempo y debido a este problema las molestias eran continuas. En próximos días me operarán para quitarme el riñón izquierdo, ya que en las condiciones que está es un foco de infecciones. Gracias al médico Peio Arrosagaray Etchepare de Mendaro Ospitalea que acertó con las pruebas que necesitaba y eso ha agilizado mucho el proceso. Menos mal que desde el primer momento todo el equipo Euskadi, desde Jorge Azanza, pasando por Jesús Ezkurdia y hasta el propio Mikel Landa, me transmitieron la máxima confianza y apoyo. También mi preparador Alex Díaz. Gracias a ello he podido llevar ese mal camino sin fantasmas en la cabeza del estilo 'qué dirán', centrándome en recuperar mi salud. Ahora el objetivo es ponerme bien para hacer vida normal y el resto vendrá como tenga que venir. No va a ser fácil, pero por suerte tengo un entorno que me apoyará sin reservas. Y eso es lo que realmente importa.