Nada a la vista

El objetivo de integrar al máximo todos los elementos de la bici llega al culmen en la parte delantera, donde los tubos de dirección y diagonal se unen con la horquilla formando un bloque en la parte frontal que se remata con el conjunto manillar/ potencia, disponible en seis longitudes -desde 90 a 140 mm-. Por dentro del manillar, y posteriormente a través del tubo de dirección gracias a la tecnología F-Steerer, pasan todos los cables de la nueva Fast, en cuyo diseño también se trabajó para simplificar el ajuste y el montaje. De hecho, Ridley asegura que se pueden sustituir los cables de cambio en menos de dos minutos gracias a su funda completa que elimina los topes en el cuadro. Nos ha gustado mucho cómo ha solucionado la marca belga la zona delantera, sin recurrir a complejos sistemas como otras marcas, lo que se traduce en una estética más limpia. Lo mismo ocurre en la parte trasera, en la que el cierre del sillín se esconde bajo el tubo horizontal.