Relación duradera
Ridley confía en la empresa española Rotor para equipar un gran número de sus bicis de gama alta, así que en el caso de esta Noah Fast no podían elegir otras bielas que las Flow, el modelo aerodinámico con el que la marca de Ajalvir asegura ganar 6 segundos en un esfuerzo en solitario de una hora a 40 km/h respecto a las tradicionales, mientras que su peso es similar al de las Ultegra. También es habitual encontrar en sus montajes componentes de su marca 4ZA, como las ruedas Cirrus Pro R45 que montan bujes DT Swiss 350 y declaran menos de 1.550 g. No se han descentrado lo más mínimo, a pesar de que hemos circulado por carreteras en muy mal estado, y gracias a su garganta de 19 mm nos ofrecen un mayor balón, aumentando los 25 mm nominales de las Vittoria Corsa -ligeras y con baja resistencia a la rodadura, pero frágiles- hasta más allá de los 27.
GEOMETRÍA
Deportiva, por supuesto. La última generación de la Noah Fast no podía ser otra cosa que una bicicleta que primase la velocidad y la estabilidad por encima de cualquier otro aspecto. Aunque el tubo de dirección ya es suficientemente corto, la potencia con ángulo negativo nos obliga a adoptar una posición de conducción bastante baja, incluso si mantenemos algunos separadores por debajo, para obtener el mayor beneficio de su concepción aerodinámica. Es una bici exigente con el ciclista y que obliga a tener cierta flexibilidad si queremos sacarle el máximo partido, aunque la marca ofrece opciones de configuración para un amplio número de usuarios: dispone de separadores de 10, 5 y 3 mm para un ajuste perfecto.