Luz trasera Bontrager Flare RT
El uso de luces traseras de alta potencia para advertir de nuestra presencia en la carretera a plena luz del día ya no es una novedad. Bontrager, una de las marcas que popularizó este tipo de iluminación, posee el modelo más potente pero no se han conformado con ello y ahora lo han mejorado en varios apartados. Ha reducido su tamaño en anchura y, sobre todo, altura respecto a la versión original, asemejándose a un pequeño cubo; también se aligera un 33%, la potencia aumenta -según datos del fabricante- un 30% alcanzando los 90 lúmenes y la duración de la batería hasta un 20%. Hereda del anterior modelo superior la conectividad con ciclocomputadores y dispositivos compatibles para controlar remotamente el modo de luz -ahora dos intermitentes y uno fijo-, encenderla o apagarla y el nivel de la batería; pero la principal novedad consiste en el sensor de luz que detecta si es de noche -o estamos en un túnel o en una zona muy oscura- para reducir la potencia del led y así no deslumbrar a otros usuarios de la vía. Durante el test pudimos verificar cómo pasaba automáticamente de una intensidad a otra dependiendo de la luz ambiental. El anclaje a la tija del sillín sigue siendo sólido y práctico, mientras que la recarga continúa efectuándose con una toma USB, en la que se ha mejorado la estanqueidad para evitar problemas en días lluviosos. El precio mantiene el de la versión básica anterior y se reduce en la RT, pero echamos de menos el útil clip metálico para anclar la luz a un bolsillo o a la bolsa de herramientas que sí incluía su predecesora y que ahora debemos adquirir por separado. Para ser visibles durante nuestras rutas o entrenamientos y poder pedalear más tranquilos, utilizar una Bontrager Flare RT es la opción más recomendable, y con más motivos tras su puesta al día.