Not Vueling

Una dimensión del ciclismo que jamás vemos en televisión y sin embargo importa son los viajes. Un profesional del World Tour puede pasar perfectamente unos 200 días al año fuera de casa entre concentraciones y competiciones que le obligan a muchísimos kilómetros de carretera, vuelo, etc. "Son lo que realmente cansa", nos cuenta Luis Ángel Maté (1984, Marbella), del equipo Cofidis. "El ajetreo de los vuelos, en particular, quema mucho. Madrugar, ir al aeropuerto, facturar, esperar...". Y encima a veces el proceso se ve marrado por una práctica, el overbooking, que permite a las compañías aéreas vender más billetes que plazas hay en el avión. Si todo el mundo se presenta, alguien se queda fuera de la nave. Le tocó en suerte a Alejandro Valverde antes de la pasada Strade Bianche y ahora a Maté. "Me quedé sin volar por la mañana y, en vez de hacerlo a Cracovia directo, llegué de madrugada tras una escala muy larga en Amsterdam. Encima sentí un trato mezquino por parte de los empleados de Vueling. No me informaron con claridad. No estuvieron a la altura". Una vez en Polonia, a Maté le "estiraron el cuello. Llevaba mucho tiempo sin correr, entrenando el fondo en Sierra Nevada, y aquí encontré una chispa que me vendrá estupendamente de cara a la Vuelta a España". Está siendo una temporada distinta para el marbellí, que vio el Tour de Francia por televisión después de seis presencias consecutivas en la Grande Boucle. "Hubo momentos en que sentí envidia, pero fue enriquecedor seguirlo desde casa y darme cuenta de muchos detalles que dentro del pelotón normalmente se me escapan". Ha podido, también, preparar "con ilusión" una gran ronda española que parte desde su Málaga natal. "En el equipo Cofidis buscaremos la victoria con Nacer Bouhanni en los sprints masivos y con fugas en el resto de las etapas".