Alegría de Castrillo
"No sé ni cómo lo he hecho", dice Jaime Castrillo - arriba- sonriente y emocionado, apoyándose en la valla de la zona mixta. Acaba de terminar 6º en el Mundial sub23 en línea, el mejor resultado firmado por un español en esta prueba desde que Fran Gutiérrez se alzara con la plata en Zolder 2002. Para conseguirlo tiró de su tremenda capacidad de sufrimiento y recuperación entre esfuerzos. "He ido a más con el paso de los kilómetros -analizaba-. Cuanto más avanzaba la carrera, más cerca de los mejores me encontraba". Si en el primer giro al circuito estaba lejos de los puestos cabeceros, en el tercero y último se metió en la disputa por las medallas. Cuando éstas se marcharon, rodó en el primer grupo numeroso y atacó en el último kilómetro para anticiparse al sprint. El jacetano firmó así un resultado que le hace concluir con una sonrisa su temporada de debut como profesional en el seno de Movistar Team. "No ha sido una medalla, pero sí una alegría". También rindieron a buen nivel en la línea sub23 Ibai Azurmendi, quien atacó en solitario en la primera subida a Igls, y los voluntariosos amateurs del equipo Lizarte, Roger Adriá y José Félix Parra. No estuvo inspirado Fernando Barceló, que no pudo poner la guinda a esta sobresaliente campaña en la cual impresionó al mundo del ciclismo con su tremenda cabalgada en el Tour del Porvenir. La delegación española pasó desapercibida en las pruebas contrarreloj, mientras en la línea juvenil Jon Barrenetxea - foto inferior- y Pelayo Sánchez lograron completar la carrera para recoger "una valiosa experiencia". También lo hizo el granadino Carlos Rodríguez, bronce en el Europeo, que acusó en Innsbruck un verano muy intenso. Podrá resarcirse la próxima temporada buscando los metales en Yorkshire.