Garra Titánica
Intenso fin de semana de ciclismo el vivido durante la quinta edición de La Titánica, en el que a la marcha cicloturista se añadió un entrañable homenaje al histórico equipo Kelme. El evento arrancó el viernes con el homenaje al Kelme presentado y conducido por Julián Sáez, en el que ejerció de embajador Quique Gutiérrez y contó con la ayuda de los directores Pino, Belda y Labarta, a quienes se unió Eduardo Chozas para deleitar al público con la descripción de los ciclistas y los auxiliares presentes, salpicada con alguna de sus miles de anécdotas. Un acto ameno, divertido y muy emotivo en el que fueron subiendo al escenario Edo, Recio, Suárez Cuevas, Gastón, Tauler, Nacho Gutiérrez, Pascual Llorente, Usano, Navarrete, Lozano, Murga, Severo Rodríguez, Reina, J.L. Martínez, Tomás Cantó, Forner, Rota, León, Asencio, Prieto, Balboa, Villalta, Pedro Torres, J. Fernández, Monasterio, F. López, Cherro, Greus, Gilarte, Caroz, Ximo López, Cascales y Antonio M. Díaz, que recibieron en pie a Pepe Quiles, patrón del equipo, en uno de los momentos cumbres de la gala junto con el recuerdo de Isaac Gálvez. Para finalizar, un instante que emocionó a todo el mundo y provocó un largo aplauso, la entrada de María Palacios y Vicente Natividad, asistente de Javier, a quienes rodearon en el escenario todos los Kelme para entregarles una placa en recuerdo de sus hijos Ricardo y Javier Otxoa.
LA HORA DE PEDALEAR
Al día siguiente, todos ellos protagonizaron el corte de la cinta junto al alcalde de Oropesa, Rafael Albert, y la concejala de Deportes, Sonia Bellés. La mayoría optó por la ruta mini o corta y la segunda salida, la de las 8:10. Un clima extraordinario acompañó a los esforzados de la ruta, entre los que el mejor tiempo, 4h.58’, lo marcó Peter Verstraete, al que acompañaba Vicent Perales hasta que pinchó a falta de tres kilómetros, seguido de Jesús Fort y Pedro Albaladejo que entraron en 5h.05’. Entre las féminas la más rápida con 6h.10’ fue Mª Carmen Ruipérez, con Isabel García y Marisa Ugena a continuación. Los participantes de la Gran Fondo realizaron el recorrido a velocidad libre, lo que provocó que muchos de ellos se pasaran a la corta e incluso a la mini, al aparecer la fatiga por el fuerte ritmo que imprimieron, sobre todo en el último grupo. Un equívoco hizo que el reagrupamiento de Atzeneta, previsto en el reglamento para los participantes de la corta y la mini, se alargara más de media hora sobre lo estipulado. Cien participantes reemprendieron la marcha al pasar el primero de la Gran Fondo, desintegrándose el grupo inmediatamente al iniciarse el ascenso al coll de la Bassa. Gran ambiente en los avituallamientos y en meta, donde los ciclistas expresaban su alegría al finalizar, en el refrigerio en los Jardines y en la comida en el Hotel Gran Duque 4*. No hubo ningún percance reseñable, lo que redondeó una gran jornada en la que disfrutaron tanto como sufrieron los participantes en La Titánica. Todo ello gracias al enorme trabajo de los voluntarios, motos de enlace, Guardia Civil, Policía Local de Oropesa del Mar, Protección Civil, sanitarios y equipo de foto y vídeo. La organización agradeció el comportamiento ejemplar de los cicloturistas y su paciencia en el equívoco.