MUNDIALES JÚNIOR Y SUB23
Las pruebas de las categorías inferiores masculinas tuvieron por protagonista a este superdotado que en sólo dos años ha pasado de futbolista brillante a dominador mundial del ciclismo juvenil.
El belga Remco Evenepoel deslumbra.
ª Tengo trabajo para los próximos 15 añosº , dice un periodista belga evaluando embelesado la exhibición de Remco Evenepoel. A sus 18, el flamenco se erigió protagonista y revelación de los Campeonatos del Mundo de Innsbruck. Ganó tanto la línea como la contrarreloj juveniles y refrendó lo que sus actuaciones habían exclamado a lo largo de toda la temporada: que es un suceso extraordinario, una fuerza de la naturaleza que desarrolla la potencia de un profesional antes incluso de llegar a la edad sub23. ª No sabe ir en el pelotónº , susurra un rival. No lo necesita: este año ha ganado 21 carreras UCI en solitario, por aplastamiento. Casi diez minutos le metió al segundo en los Campeonatos de Europa de Zlín. Sus carencias técnicas son hijas de la inexperiencia: apenas lleva dos años compitiendo en bicicleta. Su superioridad física viene de su genética privilegiada y de mucho tiempo practicando deporte a alto nivel: fue un futbolista destacado, miembro de la selección belga en la categoría cadete, e inmediatamente después de colgar las botas se calzó las zapatillas de running y completó una media maratón de improviso a un ritmo altísimo con sólo 16 primaveras. No necesitó entrenamiento específico: bendita multilateralidad. ª Pero mi deporte favorito es el ciclismoº , asevera Evenepoel ya vestido con el maillot arcoíris. El precedente más cercano de una adaptación rápida con éxito mundialista lo marcó un español, Miguel Morrás, que se proclamó campeón en Quito'94 sólo 18 meses después de cambiar el balón por la bicicleta. Lo hizo con una escapada de 42 kilómetros
en solitario; la de Evenepoel sólo duró 19. Ocurre que la carrera deportiva del navarro entró en barrena por unos problemas de rodilla tras apenas cuatro meses y una Liège-Bastogne-Liège como profesional. A su émulo belga le espera ya desde la próxima temporada un aterrizaje dulce en profesionales con QuickStep Floors, cuyos colores vestirá recomendado por -quién si no- Matxin, que le avistó en la Bizkaiko Itzulia 2017. En el primer año correrá ª pocoº : se dedicará sobre todo a entrenar y vivir con los mayores para adiestrar su motor y sus hábitos. A largo plazo quiere centrarse en las grandes vueltas. Resiste las inevitables comparaciones con Eddy Merckx: ª No soy el nuevo Merckx, sino el nuevo Evenepoelº. El Caníbal, por su parte, se descubre ante su enésimo heredero: ª Verdaderamente es un ciclista especialº.
UN RIVAL LLAMADO VACEK
Tanto la contrarreloj sub23 como la juvenil se desarrollaron sobre el mismo recorrido: 27,8 kilómetros de falsos llanos en los que primaba la potencia. Entre los sub23 renovó arcoíris el danés Mikkel Bjerg, un dechado de virtudes físicas que se está desarrollando en Hagens Berman Axeon, el vivero de Axel Merckx. Tiene una asignatura pendiente con las pruebas en línea, donde todavía debe aprender a manejarse en el pelotón para ser útil al equipo y no quedarse reducido a un especialista contra el crono. El bronce fue para su compatriota y compañero de entrenamientos Mathias Norsgaard. No se queda ahí la relación: Bjerg y la hermana de Norsgaard son novios. Plata para el belga Van Moer, rodador del Lotto-Soudal sub23, y chocolate para el italiano Affini, campeón europeo CRI sub23 y futuro profesional con Mitchelton-Scott. En la prueba juvenil, Evenepoel marcó exactamente el mismo tiempo que Affini, con una media de 50,165 km/h que resulta extraordinaria habida cuenta de que el desarrollo máximo en categoría juvenil es 52x14 y en la sub23 no hay
límite. Superó en 1'24º a su mayor rival, el australiano Plapp, uno que este año tenía como credencial un doble campeonato del mundo en la pista. Sin embargo, el rendimiento más asombroso de Evenepoel estaba por llegar. A 75 kilómetros de la meta en la prueba de línea hubo una montonera que pilló mal colocado -ª no sabe ir en el pelotónº - al prodigio belga, quien además averió su bicicleta. Fueron dos, casi tres minutos de espera dramática mientras el grupo cabecero conducido por Italia hacía camino hasta que por fin llegó el mecánico para reparar el roto y permitir que Evenepoel reemprendiera la marcha. Inmediatamente se topó con un repecho de tres kilómetros en el cual superó a unos cincuenta corredores. En su cima se encontró con compañeros como Van Wilder y Van der Beken que le ayudaron a salvar unas cuantas balas en su persecución. Antes de comenzar las dos vueltas al circuito final, Evenepoel y compañía estaban ya en el reducido grupo de favoritos, del cual se habían escapado el italiano Andrea Piccolo y el fornido alemán Marius Mayrhofer, futuro ciclista del filial del Sunweb. Se cuentan con los dedos de una mano los ciclistas que han podido batir de tú a tú a Evenepoel esta temporada. En la primera subida al puerto de Igls, gran dificultad del circuito, el belga se encontró con uno de ellos. Se trata de Karel Vacek, futuro corredor de Hagens Berman Axeon que le había superado en etapas de la Carrera de la Paz y del Giro della Lunigiana. El checo logró aguantar su par en cada uno de los ataques que asestó, e incluso coronó junto a él y al superviviente Mayrhofer. Sin embargo, Vacek se acalambró en el descenso y dijo
adiós a sus opciones. Normalmente los calambres son señal de deshidratación o extenuación; el checo defiende que los suyos fueron provocados por un mal gesto al adoptar la posición aerodinámica. Sea como fuere, el camino de Evenepoel quedó despejado: descolgó a Mayrhofer en un repecho para poder brindarse una veintena de kilómetros de júbilo y celebración. ª Ha hecho una buena carrera y cumplido los pronósticos, pero los dos sabemos que yo soy mejor que él en las subidasº , se dolía el rival Vacek. ª Podría haberle disputado la medalla de oroº. Si ambos mantienen su progresión y su objetivo de disputar rondas de tres semanas, podría ser el primero de muchos duelos televisados entre esta pareja de superdotados.
OBRA MAESTRA SUIZA
La prueba en línea sub23 ofreció un espectáculo mucho más coral. La carrera sólo se lanzó de forma efectiva llegado el circuito final, al cual se daban tres vueltas. En el primer descenso de Igls, Suiza aprovechó la fortaleza de su equipo para forzar un corte de una docena de corredores en el cual se incluyeron cuatro helvéticos: el gregario Lukas Ruegg y tres compañeros que partían con el cartel de
favoritos, Marc Hirschi, Patrick Müller y Gino Mäder. Figuraban en el grupo tres World Tour: el estadounidense Neilson Powless (LottoNL-Jumbo), el ucraniano Mark Padun (Bahrain-Merida) y el danés Mikkel Honoré ( stagiaire con QuickStep). No fue el corte definitivo, pero sí el definitorio: Suiza aprovechó su superioridad táctica para colocar a Müller a rueda de la ofensiva de Padun y puso a Mäder como incómodo secante para el irlandés Dunbar, posiblemente el ciclista más fuerte de la prueba, cuando partió en caza del dúo. Hirschi, mientras tanto, se dejaba cazar por el grupo de favoritos liderado por Bjorg Lambrecht (LottoSoudal), desatado tras ser pillado fuera de juego por la escaramuza suiza. La carrera se juntó en el último paso por Igls y Lambrecht, uno que al igual que Padun hizo La Vuelta con un ojo en Innsbruck, arrancó de nuevo. El ciclista formado en Team Sunweb salió cómodo a su rueda, igual que el sorprendente finlandés Jaakko Hänninen. Fue de nuevo en el descenso que el suizo se movió para lanzarse a contrapié y en solitario hasta meta, reforzando con el maillot arcoíris su proyecto de convertirse en el gran clasicómano del futuro, tomando el testigo de su vecino Fabian Cancellara.