LA GRAN PRUEBA
Desde la baca del coche del Mitchelton-Scott, a nuestra redacción. Esta Addict RC, una de las que Scott preparó para Simon Yates en la última etapa de La Vuelta, es una de las bicis más especiales que ha pasado por aquí últimamente.
Scott Addict RC, de las piernas de Simon Yates a la redacción de Ciclismo a Fondo.
¿Te imaginas conducir la moto con la que Marc Márquez domina el Mundial de MotoGP? Pues nosotros, los cicloturistas, sí podemos acceder a la bici que ganó la última Vuelta a España: la Scott Addict RC, que sólo se diferencia de la que se vende de serie por las ruedas, que podríamos adquirir por separado. Todos los componentes de serie y disponibles en el mercado.
CABALLO DE BATALLA
Si nos paramos a pensarlo, somos afortunados comparados con otros deportistas aficionados, no sólo porque podamos acceder a estas bicis, a costa de una inversión importante eso sí, sino porque podemos pedalear sobre modelos directamente derivados de ellos, como la fenomenal Addict, más relajada y suficiente para la inmensa mayoría, a un precio mucho menor. Alta tecnología a un precio que podemos calificar de ajustado. Sin embargo, somos inconformistas y siempre queremos lo mejor. Por eso siguen teniendo sentido bicis como esta Addict, un sueño hecho realidad que te hace sentir en la mejor forma de tu vida cuando esprintas con fuerza en el primer repecho que afrontas. Lo malo no es que sea cuestión de dinero, al fin y al cabo hay modelos gran fondo tope de gama al mismo precio, sino que las bicis de los profesionales son tan particulares que sólo sirven para un número reducido de cicloturistas: son excesivamente rígidas e incómodas para el usuario medio... pero a cambio regalan sensaciones radicales. Afortunadamente, porque contribuyen a que las marcas sigan desarrollándolas, algunos continúan guiándose por el corazón y asumiendo algunos inconvenientes para disfrutar de las bicis deportivas de altas prestaciones. Así es esta Addict RC.